El mes que acaba de terminar marcó un antes y un después para la relación del gobierno nacional con la opinión pública. El enorme respaldo con el que contó el oficialismo, luego de las elecciones legislativas del año pasado, comenzó a perderse por goteo a partir del ajuste en las jubilaciones que impuso la reforma previsional aprobada en diciembre de 2017. Ese proceso de caída por ahora se aceleró. El fenómeno se explica por la suma de varios factores: el tarifazo, la corrida cambiaria, la devaluación, y el impacto de estos elementos sobre la inflación.
La sensación de que el plan económico de Mauricio Macri está fracasando es generalizada. El buen manejo de la comunicación, que caracteriza al PRO, parece no alcanzar ya para sacar las papas del fuego.
Hay cifras de dos consultoras diferentes que ilustran el escenario que se acaba de describir. Unas son las que maneja el consultor Carlos De Angelis, director del Observatorio de la Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Las otros indicadores son de la última encuesta de la consultora Tendencias, que se realizó en la provincia de Buenos Aires hace pocos días. El sondeo, entre otros datos, arrojó que el 70% tiene una visión pesimista de la evolución de la situación económica.
En ambas encuestas, la imagen positiva del presidente aparece alrededor del 25% y la negativa arranca en los 55 puntos y supera los 60, según las cifras de De Angelis.
«Hay un efecto de resignación, de mal humor, y una presión social muy extendida remarcó el sociólogo. No hay cancha de fútbol en la que no griten contra el presidente. El humor del grueso de la opinión pública está marcado por el pesimismo».
El consultor hizo algunas apreciaciones sobre lo que consideró desaciertos del oficialismo en el terreno en el que supuestamente era infalible: la comunicación. «Haber anunciado de antemano el veto a la ley que frenaba el tarifazo no me parece que haya sido una buena estrategia. Fue un aviso a la opinión pública para que nadie se entusiasme. El mensaje fue decirle a la gente que se prepare para el ajuste. Estamos con un ajuste ortodoxo, fondomonetarista. El discurso del gobierno se parece cada vez más al de la derecha tradicional, ya no tiene esos tintes aparentemente modernos. Sólo falta que digan que hay que pasar el invierno».
Con los números de De Angelis en la mano, se puede concluir que el presidente conserva el respaldo de su núcleo duro, un segmento que lo acompaña de modo ideológico, basado en el antiperonismo. La cifra es similar al porcentaje de votos que Macri logró en las PASO de 2015 (26 por ciento).
El académico no tuvo una visión muy optimista de los meses por venir. «El país va a entrar en una recesión profunda. Con un poco de suerte, cerca de las elecciones del año que viene puede llegar a crecer algo la economía. La obra pública la están limitando. No está claro si le van a dar el fondo conurbano a (María Eugenia) Vidal. El fondo de incentivo docente no se lo van a dar a las provincias. El panorama está complicado». «El elemento que todavía ayuda al gobierno agregó De Angelis es que la oposición está muy fragmentada y que nadie capitaliza el desgaste del oficialismo».
El director de la consultora Dicen, Hilario Moreno, coincidió con en el marco global que planteó De Angelis.
«Los procesos son globales dijo. El veto estuvo dentro de un conjunto de medidas que crean una situación en la que el presidente ha caído mucho. Al problema de las tarifas se le sumó el del dólar. El gobierno va perdiendo el respaldo social por tandas».
Moreno consideró que hay ciertos recursos políticos que están agotados para el oficialismo, especialmente los que se centran en la creación de un clima basado en alguna acción comunicacional.
«Ya no hay margen para remontar la popularidad con algo que no sean resultados económicos concretos. Han caducado los mensajes de buena onda y las denuncias de corrupción contra el gobierno anterior». «Macri está en un declive que no parece fácil de remontar», agregó el politólogo, que coincidió con De Angelis en que «el clima es adverso». «El tema es que no hay quien lo capitalice del otro lado. El peronismo está igual que hace varios meses, con los mismos respaldos. Hay una mayoría de ese electorado que apoya a Cristina y otra parte que está con el PJ no K. El desgaste de Macri no lo capitaliza el peronismo. Por ahora es gente que se va a engrosar el universo de los indecisos». «