La Secretaría de Comercio informó que multó a Unilever por $160 millones y a Mastellone por $ 60 millones, respectivamente, “por comercializar simultáneamente productos con etiquetas que tienen diferencias prácticamente imperceptibles, pero con precios diferentes” y exhortó a las compañías a arbitrar, en 24 horas, los medios “para que los productos no sean ofrecidos a la venta ni exhibidos en forma contigua y simultánea”.
Las multas equivalen a U$S 936.370 al tipo de cambio de mayorista de este martes.
Las empresas también deberán publicar en sus redes sociales y en las creadas para las marcas de los productos implicados, el detalle de la infracción que cometieron, en forma visible y por 72 horas.
Desde Comercio señalaron a Tiempo que Unilever y Mastellone podrán apelar, pero que la multa se les aplicará igual. La fuente precisó que los casos se detectaron a partir de la vigencia del Sistema de Fiscalización de Rótulos y Etiquetas (Sifire).
En ese sentido, adelantó también que están abiertos procesos similares por otros “tres o cuatro casos” similares y susceptibles de multas, que se informarán cuando se verifique en forma efectiva las faltas de la o las empresas involucradas.
Tiempo contactó también a las empresas, pero no hicieron comentarios.
Contexto
La preocupación por la escalada inflacionaria sigue siendo tema de todos los días en las oficinas de gobierno, con la carrera electoral abierta y con el ministro de Economía, Sergio Massa, como aspirante a convertirse en alternativa del oficialismo para pelear por la Presidencia.
Los datos no ayudan a esos objetivos. En el cierre de la semana pasada LCG, una de las consultoras privadas que mide a diario la evolución de los precios minoristas, creada por el senador opositor Martín Lousteau, calculó una suba de los precios de los alimentos y bebidas del 8,6% entre la tercera semana de mayo y la última semana de abril, un porcentaje por debajo del nivel que se observó en abril, del 10,1%.
En ese contexto, la Secretaría de Comercio, dependiente de Economía, difundió las multas a Unilever y Mastellone y prometió nuevas acciones contra otras compañías por razones aparentemente similares.
La versión oficial remarca que las irregularidades detectadas no son casos aislados, algo que se puede comprobar en un análisis superficial de los programas de precios de referencia (Precios Justos en la actualidad) impulsados desde el Estado con participación “voluntaria” de las empresas.
En los últimos años se pudo ver a simple vista que, mientras suscribían formalmente a esos acuerdos, las empresas remarcaban a discreción muchos de los productos que están por fuera de las listas acordadas.
Desde las empresas defienden las remarcaciones como consecuencia de los aumentos de los costos de fabricación, cosa también comprobable. Pero no dicen nada sobre otro aspecto del proceso inflacionario, asociado a las expectativas de las empresas y al poder que tienen para manipular los precios en una industria altamente concentrada, con mercados monopolizados, oligopolizados o cartelizados.
La administración nacional tampoco hace referencia a ese aspecto. En entrevistas radiales, Tombolini reconoció, como otras veces, el problema de la inflación y dijo que el fenómeno ocupa a la administración nacional, pero reivindicó las políticas que se instrumentan para controlar precios, como los mencionados programas de referencia, y las faltas de las empresas a esos programas.
Los casos
Comercio remarcó que las multas a Unilever y Mastellone “fueron producto de diferentes operativos de los equipos de inspectores de la secretaría ocurridos entre octubre de 2022 y marzo, en donde se constató que ambas empresas incumplieron con la ley 24.240”.
La información suma que a Unilever se le aplicaron dos multas de $ 80 millones, una de ellas por comercializar la mayonesa Light Hellmann’s en pack de 237 gramos en dos presentaciones. Según la explicación, una de esas versiones “tenía el rótulo del producto y otra con la leyenda ‘Más Liviana, todo el sabor’, que tenía un incremento (del precio) del19% respecto al producto original”.
A la empresa también se le atribuye haber comercializado el producto CIF Ultra Brillo “de igual composición, pero con etiquetas similares con dos precios sustancialmente diferentes: en ese caso la diferencia era del 64%”.
La multa a Mastellone fue bajo acusación de comercializar “variantes de cuatro tipos de leche de la marca La Serenísima también a precios diferentes”: la Clásica, Clásica Más Liviana, Liviana y Menos Calorías.
La información oficial explica que los productos incluían en sus etiquetas la leyenda “Fuente de vitaminas C y E”, pero que el producto era el mismo. En este caso se detectó una diferencia de precio del 33% entre la original y sus variantes.