El gobierno intimó al menos a tres terminales automotrices después de que un informe de la Universidad de Avellaneda (UNDAV) al que accedió Tiempo reveló que las empresas del sector le deben al Estado cerca U$S 1.000 millones por importar desde Brasil más autos de los que tienen permitidos en el marco del acuerdo vigente con el país vecino.
Las intimaciones se hicieron por medio de la Subsecretaría de Industria a cargo de Fernando Grasso.
Aunque los consultados mantuvieron en secreto los nombres de las primeras firmas llamadas, el informe de la UNDAV señaló que las tres más comprometidas por las importaciones desde Brasil son Renault, el grupo PSA y Fiat Auto Argentina.
Fuentes de Renault y PSA (el grupo que fabrica Peugeot y Citroen) desconocieron las intimaciones en diálogo con este medio pero no las descartaron.
Según las fuentes consultadas, los funcionarios de Producción advirtieron a las empresas que trasladarán la queja por los incumplimientos a las casas matrices de las distintas terminales, un aviso que disgustó a las autoridades de ADEFA.
Pero además las autoridades les solicitaron a las firmas un plan por escrito para cumplir con la deuda del intercambio comercial con Brasil, que según UNDAV ascendió exactamente a U$S 931.872.433 en los dos años de gobierno de la alianza Cambiemos.
Producción no les puso ningún plazo concreto, pero aclaró que todo este problema se tiene que cerrar ahora antes de que los funcionarios partan a Paraguay para avanzar con las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), señalaron los contactos.
La deuda de las automotrices se acumuló a la vista de todos, incluido el gobierno, y aportó una cantidad importante al déficit de balanza comercial que llegó a un rojo de U$S 8.471 millones. Los autos brasileños llegaron por miles y alimentaron el resonante boom de ventas que tuvo lugar de este lado de la frontera en los dos últimos años.
De hecho, buena parte de las terminales automotrices manejan el timón del mercado argentino desde Brasil. Esta semana, el presidente de General Motors (GM) Mercosur, Carlos Zarlenga, destacó el rumbo del Plan 1 Millón que impulsa el gobierno nacional para fabricar esa cantidad de autos en el país pero al mismo tiempo resaltó que: El principal indicador que muestra qué va a pasar con la industria automotriz es la confianza del consumidor, a la par que avaló la continuidad de las condiciones actuales del mercado cuando avisó que esa tendencia continuará.