En una conferencia de prensa realizada este martes 24, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, anunció que este 1 de febrero entrará en vigor el desdoblamiento de los precios de venta de productos en los comercios.
Según Cabrera, de esta forma se logrará «mayor transparencia» en lo que hace al crédito. El funcionario aseguró que detrás de las cuotas sin interés se esconde un precio de contado más abultado que el real.
Esta historia se inició con una transferencia de los bancos a los comercios, impulsada el año pasado por el gobierno. La iniciativa fue bajar las comisiones de pagos con tarjetas que los comercios hacen a los bancos (de 3 a 15%, para las operaciones con crédito, y de 1,5 a 0% para las de débito). Luego de idas y vueltas que incluyeron peleas entre oficialismo y oposición en Diputados, de un fuerte lobby por parte de las tarjetas y de una situación de tensión entre la Cámara Baja y la Cámara Alta, esta última le dio media sanción a un proyecto que planteaba que las comisiones bajasen de 3 a 2% para crédito y de 1,5 a 1% para débito.
En ese entonces, los bancos advertían que esta transferencia traería consecuencias negativas a los consumidores y a los comercios. ¿Por qué? Según explicaba en su momento el director ejecutivo de la Cámara de Tarjetas de Crédito, César Bastien, en una columna escrita para la agencia Télam, las emisoras de tarjetas (muchas de ellas, bancos) buscarían comercios que operen con volúmenes altos, lo cual implicaría dejar a los comercios chicos sin tarjetas, lo que derivaría en una restricción para el consumo y también de promociones, oferta de tarjetas, cobertura de comercios y formalización de la economía, entre otros males.
Para que estas «advertencias» no se transformen en realidad, el gobierno decidió eliminar las cuotas sin interés, de modo tal que los bancos recuperen la transferencia inicial a los comercios. Es decir, la pelea entre bancos y comercios la pagan los consumidores, a través de las tasas de interés en operaciones con tarjetas de crédito.
El proyecto de tarjetas votado por Senadores se modificó casi por completo en Diputados y volvió a Senadores, que aún no volvió a tratarlo. Para acelerar los trámites, el gobierno quitó de la discusión la eliminación de las cuotas sin interés. Decidió avanzar con ese punto, a través de una resolución de la secretaría de Comercio. El martes último, lo anunciaron el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Comercio, Miguel Braun, en conferencia de prensa. Este miércoles 25, sale publicada en el Boletín Oficial.
El gobierno presenta esta medida como una defensa a quien paga en efectivo, ya que el precio al contado afirman es abultado para ocultar la suba en el valor por pago con tarjeta. Con esta medida, sostienen, bajará «entre un 10 y un 15%» el precio de contado. Sin embargo, también es probable que el precio de contado se sostenga y se eleve el precio de pago con tarjeta, lo cual sólo beneficia al sector bancario. Y, además, es inflacionario.
«Vamos a aumentar la transparencia de los precios», expresó el martes el secretario Braun. La idea es «evitar que los intereses de financiamiento se trasladen a quienes pagan al contado». La medida, además, incluye la obligación para los comercios de mostrar cómo se conforma el precio final de contado y en cuotas «con el fin de defender los derechos de los consumidores a acceder a la información».
Con respecto a los planes Ahora 12 y Ahora 18, el gobierno dice que «esta medida no modifica en nada los programas Ahora 12 y Ahora 18. Lo que va a suceder es que a partir del primero de febrero estos programas también deberán explicitar el interés implícito, que son del 10 y del 15 % respectivamente, ya que cuentan con un subsidio del Gobierno y son costos financieros menores a los del financiamiento que puede tener un producto directamente», explicó Braun. Lo cierto, es que si bien no tendrán el mismo interés que los pagos con tarjetas de crédito, tampoco será lo mismo que pagar al contado. Será un punto medio entre uno y otro medio de pago.