Tras confrontar con la industria por el pago del bono de 5 mil pesos el gobierno bajó los decibeles este jueves y adelantó que llamará a las empresas y los gremios para discutir la iniciativa, además de considerar la posibilidad de flexibilizar las condiciones según los casos particulares.
Así lo expresó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, quién aseguro que el plus salarial “no ahogará a las empresas”.
A la par, el presidente, Mauricio Macri, apuntó en un almuerzo en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad (ver nota aparte) que el gobierno “se encargó” de las necesidades de las pymes con medidas puntuales “para aportar previsibilidad a la economía”.
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En una entrevista con Radio Continental, Sica confirmó que el gobierno quiere que los trabajadores del sector privado reciban un bono como un recurso para responder a la crisis inflacionaria que entre otras cosas derrumbó los niveles de consumo.
En el día en el que se conocerá el dato oficial de la inflación el ministro consignó que “nosotros tenemos la voluntad” de lanzar esa medida porque “sabemos que tenemos que cubrir una necesidad y que hay que buscar algo que compense a las empresas y que no las ahogue”.
Desde que se conoció la intención de Balcarce 50 el martes último las empresas salieron al cruce con fuertes críticas, fundamentalmente las industrias y en particular las pymes.
Los cuestionamientos estuvieron a cargo de dirigentes como Daniel Funes de Rioja, dirigente alimenticio, pero también coordinador del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp) que contiene a empresas de todos los sectores de la economía.
Pero también discutieron la decisión dirigentes como Ariel Aguilar, hombre de la industria marroquinera, quien este miércoles expresó que “queremos pagar el bono pero necesitamos alguna medida para financiarlo”.
La administración nacional también leyó el contexto político. El miércoles el candidato opositor Alberto Fernández se reunió en Tucumán con el presidente de la Unión Industrial (UIA) Miguel Acevedo y con los líderes de la CGT junto a quienes virtualmente lanzó una nueva edición del Consejo Económico y Social, meses antes de asumir su hipotética presidencia.
Después de ese movimiento del Frente de Todos, que plantea una fotografía del poder en la actualidad, el gobierno mandó a Sica a aclarar su “voluntad de flexibilizar” las condiciones del bono de la polémica.
Entre otras cosas aclaró que el monto se definirá a instancias del análisis del IPC de agosto, que arrojó una suba del 4% con un pico del 4,5% en alimentos y bebidas.
Con el número ya sabido el presidente aprovechó su paso por el almuerzo del Consejo de Ciencias Económicas porteño para repasar las recientes medidas económicas con las que intenta “aliviar” la situación del bolsillo.
En ese contexto renovó también su apelación a la voluntad de las empresas a pagar el plus salarial, aunque con más cuidado que el día anterior cuando les pidió “poner el hombro” y desató un vendaval de críticas. Esta vez se limitó a decir que desde el gobierno: “Llevamos alivio al corazón productivo del país que son las pymes, las principales creadoras de empleo. Por eso ahora tienen hasta 10 años para ponerse al día con las deudas y disponen de hasta 10 planes de financiamiento en simultáneo”.