El gobierno ahorrará U$S 156 millones y recibirá un «premio» de U$S 46,8 millones por cancelar el despacho de tres barcos de GNL. El clima más benigno de julio respecto de lo pronosticado redujo el consumo de gas y electricidad: la demanda prioritaria de gas (residencial) bajó de 89,9 a 70,1 millones de metros cúbicos diarios (m3/d). Además, Bolivia envió un 10% más de gas que el estipulado y Brasil ofreció electricidad a precios bajos. Todo eso permitió consumir menos GNL importado y dejar un stock para agosto que permite eliminar esos tres barcos.
El premio recibido por Enarsa (que compra el GNL) por casi U$S 50 millones es porque los contratos ahora cancelados estipulaban un precio de U$S 23 el millón de BTU (MBTU, una unidad de comercio internacional de gas) cuando el valor actual está más cerca de los U$S 50. Total y BP, las empresas dueñas de los cargamentos, premian a Enarsa porque ahora pueden vender ese gas a más del doble de lo que iban a recibir originalmente.
Se estaría cumpliendo así la visión de Miguel Pesce, el titular del BCRA, quien aseguró que el paso del tiempo corregirá la crisis de reservas por la mejora del clima, que implicará menores importaciones de energía, y la necesidad de algunos productores de vender su cosecha para fondear la próxima siembra de soja, que arranca en octubre.