El organismo prepara un informe que será presentado en los últimos meses del año como parte de la revisión del artículo IV cuya aplicación en la Argentina había sido suspendida entre 2006 y 2015 cuando el ex presidente Néstor Kirchner canceló la deuda con el organismo abonando al contado y en un solo pago casi 10 mil millones de dólares.
En septiembre del año pasado se había producido la primera visita de una misión del FMI después de diez años. Entonces, al igual que ahora, fue encabezada por el representante del organismo para la Argentina el italiano Roberto Cardarelli.
Ayer lunes el equipo técnico visitó al ministro de Energía Juan José Aranguren con el propósito de analizar la evolución del cuadro tarifario de los servicios públicos y su incidencia en el déficit fiscal a partir de la política de subsidios que de ella se deriva.
Durante la semana pasada los técnicos se habían reunido con secretarios y subsecretarios del gobierno con el propósito de auditar las cuentas de los estados provinciales y llegar a la reunión con los ministros Nicolás Dujovne y Luis Caputo con una visión acabada de la situación fiscal que atraviesa el país.
Se descuenta que, en su informe, el FMI pondrá el foco en la política que desplegará el gobierno para cumplir con la meta de un déficit fiscal del 4,2% del PBI para 2017 según se desprende del Presupuesto. Para lograrlo, con seguridad, el organismo recomendará profundizar el ajuste fiscal.
Por ese motivo, uno de los temas de agenda será la reforma tributaria que prepara el gobierno luego de las elecciones de octubre así como la elaboración del presupuesto 2018.
Además, el organismo analizará, con el ministro Luis Caputo, la política de financiamiento externo que despliega el gobierno en virtud de obtener los recursos para cubrir eses déficit fiscal.