El régimen especial creado por el Banco Central para exportadores de soja (llamado habitualmente “dólar soja”) vence este miércoles y por ahora no está claro si continuará y de qué manera. Hasta ahora todas las partes, con mayor o menor énfasis, admiten que el sistema pensado para estimular la liquidación de divisas provenientes de la exportación de granos no funcionó y buscan maneras de modificarlo o reemplazarlo por otro.
La cuestión fue tratada en varias reuniones que tuvo el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, con dirigentes agropecuarios. Fue luego de que el propio ministro de Economía, Sergio Massa, iniciara la negociación con los miembros de la Mesa de Enlace. El interés del gobierno pasa por conseguir que los productores vendan la gran parte de la cosecha que tienen retenida a la espera de un tipo de cambio más alto, para obtener dólares y aliviar la crítica situación de las reservas del BCRA, virtualmente agotadas.
Las alternativas bajo estudio son varias. Van desde ampliar la cantidad de dólares que los exportadores pueden recomprar al valor del dólar ahorro (ahora es de 30% del importe liquidado y podrían llevarla al 40% o 50%) hasta la entrega de certificados que podrían usarse como crédito fiscal a la hora de pagar retenciones o tributos similares. Lo que buscan los técnicos de las entidades agropecuarias, que ya tuvieron al menos dos reuniones con sus pares de Agricultura, es que al final de las cuentas los productores obtengan una recompensa mucho mayor que los $ 146 que podrían percibir con el sistema actual.
El esquema transitorio que pergeñó el titular de esa entidad, Miguel Pesce, y que finaliza el miércoles 31, implicaba liquidar divisas por el mercado oficial y que con los pesos obtenidos, los exportadores depositaran el 70% en una cuenta a la vista cuyo saldo se ajustaría según la cotización del dólar y con el 30% restante pudieran recomprar billetes al valor del “dólar ahorro”. Al final de todo el sistema, los productores obtendrían un diferencial de apenas el 6% con relación a las liquidaciones habituales en el Mercado Único Libre de Cambios. La suma es ínfima con relación al 110% extra que podrían conseguir si pudieran liquidar sus exportaciones en el circuito paralelo (a $ 290, según el tipo de cambio CCL).
De acuerdo a datos extraoficiales, en agosto hubo apenas medio centenar de operaciones de “dólar soja” por apenas U$S 4 millones. Es la nada misma en comparación con los U$S 1.500 millones que aspiraba a obtener Pesce. En un comunicado, la Sociedad Rural expresó que “el esquema de venta de soja que propuso el Banco Central fracasó, por eso le solicitamos un nuevo esquema que sea de fácil instrumentación”. También consideró que el complicado mecanismo, en vez de estimular las exportaciones, generó “una retracción muy fuerte en la comercialización del producto”.
En el Palacio de Hacienda consideran que el campo es uno de los elementos clave de la “fábrica de dólares” a la que suele aludir Sergio Massa. En ese renglón ponen también a los sectores de hidrocarburos, que tienen un régimen especial para acceder a las divisas cuando las exportaciones superan determinados niveles, la minería y la economía del conocimiento. Por eso hay un interés especial en que las conversaciones con los agroexportadores lleguen a buen término.