Los indicadores de julio fueron levemente positivos y el gobierno se valía de esos números para encarar la campaña electoral. Sin embargo, la devaluación de agosto echó por tierra esas expectativas. Aún en ese marco de leve mejoría, julio mostró números negativos para la industria: según el informe que dio a conocer este miércoles el Indec, el uso de la capacidad instalada cayó a 58,7 por ciento. Esto significa una caída del 1,4% con respecto al mismo mes del año pasado y de un 0,4% con respecto a junio último. Así las cosas, se espera que el informe de agosto (se conocerá en octubre) sea lapidario.
El informe sobre capacidad instalada muestra cuál es el uso que le dan las empresas a sus medios de producción. Por ejemplo, si de 4 máquinas, hay 2 en funcionamiento (cualquiera fuera el motivo), esa empresa utiliza el 50% de su capacidad instalada. El 58,7% actual indica que en promedio la industria argentina usa menos de 6 de cada 10 máquinas de producción. Estas decisiones empresariales suelen ser tomadas a partir de los costos altos en la producción, la caída de las ventas y suelen también derivar en despido de personal y cierre de plantas.
Las industrias en situación más delicada son Automotriz, que trabaja a un alarmante 30% de su capacidad; Sustancias y productos químicos, al 47,5%; Metalmecánica, al 48,5%; Productos de caucho y plástico, al 51,6%, y Edición e impresión, al 58,1%.
En julio del año pasado, la industria automotriz trabajaba al 48,1% de su capacidad instalada. Esto significa un derrumbe del 18,1% en apenas un año. Según el informe del Indec, esto fue “originado en la menor cantidad de unidades fabricadas por las terminales automotrices”; es decir, se producen menos autos, explicado por ejemplo en la cancelación de distintas líneas de producción.
En el otro extremo, se encuentran Industrias metálicas básicas, que trabaja al 79,3% de su capacidad; Refinación de petróleo, al 75,1%, Papel y cartón, al 72,9%, y Productos del tabaco, al 68,9%.
Pese a seguir en la cima del ranking, las industrias metálicas básicas sufrieron una importante caída del 7%, con respecto al 86,3% de julio del año pasado, “como consecuencia del menor nivel de producción de acero crudo”. Por su parte, Refinación de petróleo creció casi un 9%, “a partir del mayor nivel de procesamiento de petróleo crudo”.