La temperatura en Buenos Aires tuvo un piso de dos grados bajo cero dos semanas atrás. Sin embargo, el verdadero frío polar llegará la semana próxima y tendrá lugar en los bolsillos y las billeteras de la población, ya que las vacaciones de invierno de este año vienen con subas de hasta el 70 por ciento.

El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) realiza desde 2015 un informe anual sobre aumentos de productos y servicios de consumo masivo durante el receso invernal. Para este año, los aumentos promedian el 67% con respecto al año anterior. Este número está muy por encima de la alta inflación general a nivel nacional. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) indicó en mayo (último dato disponible) que la inflación trepó al 57,3%, con respecto al mismo mes del año anterior.

El informe de la Undav divide la canasta en tres: Gasolera, Selectiva y Premium. «Tiene que ver con el tipo de bien y servicio. Por ejemplo, a la hora de viajar, para la canasta Gasolera tomamos el precio de un pasaje en micro semi-cama; para la Selectiva, un pasaje ejecutivo cama; para la Premium, un boleto de avión. O sea, se contempla el mismo servicio, pero cambia la calidad», explicó a Tiempo el director de la carrera de Economía en la Undav, Santiago Fraschina.

Así las cosas, la canasta que más creció fue la Gasolera, cuyos aumentos promediaron el 70%. La Selectiva aumentó en un 67,2% y la Premium, en un 64,4 por ciento. De esta manera se refleja el carácter regresivo de la inflación, ya que afecta más a las familias de menores ingresos.

«Esa misma tendencia la vemos en otras canastas que evaluamos: hay un impacto asimétrico. No sólo el proceso de inflación es negativo, sino que repercute en los sectores más vulnerables. Todas las canastas están subiendo más que la inflación general, que ya es muy alta», subrayó Fraschina.

En la variación acumulada entre julio de 2015 y julio de este año, la canasta de vacaciones de invierno creció un 292,8%. En la versión Gasolera, el número asciende al 326,6%, mientras que en la versión Premium, es de 271,7%. Son 55 puntos porcentuales de diferencia entre la canasta más barata y la más cara.

Este efecto regresivo no solamente se observa en los relevamientos de Undav, sino también en la inflación que mide la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), a través del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET). La UMET mide la inflación de los asalariados registrados y los separa por deciles. En el decil 1 (el 10% que menos gana), la inflación interanual es del 58,6%, mientras que en el decil 10 (el 10% que más gana), es del 53,2 por ciento.

Según el informe de la Undav, el ítem que más aumentó en la canasta de vacaciones de invierno fue «Espectáculos musicales», con una suba del 75% promedio. Le sigue «Cena en restaurante», con un 68%; «Espectáculo teatral», 61%; «Entradas al cine», 59%; «Videojuegos», 52%, y «Espectáculo deportivo», 50 por ciento.

La ocupación hotelera es otro de los sectores que tiene en cuenta el Observatorio. En julio de 2015, la ocupación fue del 78%, mientras que en julio de 2019 ese porcentaje cayó al 49%. Esto se explica porque «a pesar de la megadevaluación de 2018, el déficit de dólares derivado de la balanza turística no se revirtió». En palabras de Fraschina, «al estabilizarse el tipo de cambio, sumado a un proceso inflacionario interno muy grande, mucha gente se va de vacaciones al extranjero».

Con la devaluación, «solamente se revirtió durante un tiempo». Esto significa que, en el exterior, el bolsillo siente un clima más cálido. «

INFLACIÓN

Según el informe mensual de la UMET, la inflación de junio fue del 2,7%. Es un número alto, pese a mostrar una leve caída respecto de mayo. En el primer semestre, la inflación acumuló un 22,8%, mientras que fue del 55,7% con relación al mismo mes del año pasado. El martes 16, se conocerá el nuevo dato inflacionario
del Indec.