En los primeros once meses de 2024 los frigoríficos produjeron 2984 millones de toneladas de carne vacuna, un 4,9% menos que en el mismo período del año anterior. Del total, 856,17 millones de toneladas (el 28,7%) se exportaron y 2038 millones se destinaron al consumo interno.
Ese número supone una caída del 10,1% en relación al tramo enero-noviembre de 2023 y es el dato más bajo que se registra desde 2002, destacó la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la Argentina (Ciccra) en su informe mensual.
Entre enero y noviembre de este año el consumo aparente de carne vacuna por habitante fue de 47,4 kilos, un 11,1% menor si se lo compara con ese período del año pasado. La caída implica que cada argentino consumió 5,9 kilos menos este año.
En el período noviembre de 2023-noviembre de 2024, el promedio del consumo fue de 47 kilos, un 12,4% (6,6 kilos) menos comparado interanualmente.
La caída del consumo de carne, al igual que el de los alimentos en general, suele ser tomada como un indicador de la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos de la población. A lo largo del año se sucedieron los informes que marcaron el descenso del consumo de carne vacuna por esta causa.
En noviembre los precios minoristas de las carnes y derivados aumentaron 2,6%, igualando el promedio registrado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec en el Área Metropolitana de Buenos Aires (CABA más conurbano).
No obstante, en la última semana de noviembre los valores en mostrador escalaron y continuaron la tendencia en los primeros días de diciembre.
La caída del consumo se produjo a pesar de que la proteína vacuna aumentó menos que los alimentos vegetales y los productos de almacén. Ahora, las subas más recientes amenazan con golpear el consumo de las Fiestas de fin de año.
En la segunda semana del mes, la consultora PxQ registró un aumento del 1,8% en los cortes traseros de carne vacuna, uno de los picos del rubro que incluye los alimentos y bebidas no alcohólicas.