El gobierno nacional acaba de atravesar la que, desde su asunción el 10 de diciembre, asoma como la peor semana, marcada por durísimos indicadores y, a cambio de inversiones, una tormenta de críticas que, con algunos sectores industriales pymes y de las economías regionales como punta de lanza, cayó con todo su peso sobre el presidente Mauricio Macri y sus funcionarios del gabinete económico.
Los golpes más contundentes corrieron por cuenta de las estadísticas. Fue una semana negra en términos de información pública y privada, un combo que tiende un denso manto de dudas sobre los meses que vienen y la incidencia que tendrán en el resultado anual.
El jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió el Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae), que arrojó para septiembre una variación negativa del 3,7% con relación al mismo mes del año pasado. El dato marca el tercer peor número en lo que va del año, después de julio (-5,6%) y junio (-4,5%).
Aunque el informe oficial no profundizó el trabajo con un análisis cualitativo, la información que manejan empresas, gremios y organizaciones de la sociedad civil atribuye la caída de la actividad al freno de la industria y, en especial, al congelamiento de la construcción y el previsible impacto en el comercio y los servicios.
Días atrás, en una entrevista que ofreció a periodistas de varios medios, el presidente Mauricio Macri desestimó la posibilidad de aplicar políticas para reincentivar el consumo. Para el Poder Ejecutivo, la apuesta fuerte sigue siendo la llegada de inversiones que por ahora no aparecen.
El panorama es negativo también en las mediciones privadas. El martes pasado, la consultora de Orlando Ferreres informó una caída de la actividad del 4,7% en octubre, lo que indica que la tendencia que informó el Indec en los datos de septiembre no encuentran piso un mes más adelante. Con el dato de octubre, Ferreres computa una caída anual acumulada del 2,8 por ciento. La consultora evaluó que «los valores estimados reflejan las dificultades que encuentra la economía para sentar las bases del crecimiento futuro», con «una evolución más desfavorable de lo esperado inicialmente».
La situación no es mejor en el comercio exterior. Las exportaciones cayeron el 6,3% interanual en octubre, según lo que estimó el Indec en el Intercambio Comercial Argentino (ICA). En el décimo mes se exportaron U$S 317 millones menos que un año atrás. Las importaciones, en tanto, cayeron un 2,1% frente al mismo mes de 2015, o U$S 103 millones de dólares.
Con todo, el Indec le dio al gobierno el único dato favorable del mes: el crecimiento del empleo registrado. El viernes anunció que en el tercer trimestre el empleo aumentó y la desocupación cayó del 9,3% al 8,5% con relación al segundo trimestre. Así, los empleados registrados pasaron de 11.338.000 a 11.477.000, mientras que la cantidad de desocupados cayó de 1.165.000 a 1.069.000. «