El asado aumentó en 14,5 veces su precio entre 2007 y 2017 mientras que el salario lo hizo en 12,8 veces. Esa es la causa por la que otros cortes vacunos y carnes alternativas, como el pollo y el cerdo, cuyos precios aumentaron menos, han incrementado su participación en el menú de los argentinos.

El dato surge de un informe elaborado por las consultoras Ecolatina y Key Market y dado a conocer este miércoles 16. Según el estudio, el precio del pechito de cerdo creció en los últimos 10 años 10,6 veces mientras que el del pollo entero lo hizo 8,3 veces.

Esta mejora relativa de los precios en las carnes alternativas a la vacuna en relación a la suba del salario impulsó el incremento del consumo, fenómeno que también está asociado a una tendencia al cambio en los hábitos de consumo.

Ecolatina también informó que los incrementos de precios de los tres tipos de carne se ubicaron por encima de la suba del índice general de precios, que en el cálculo de la consultora creció 7,1 veces en estos 10 años.

El estudio aseguró que el consumo de carnes representa el 9% del gasto de los hogares, del que 5 puntos porcentuales se los lleva la carne vacuna y el resto las demás carnes.

Según el informe, el salario promedio de un trabajador formal 10 años atrás alcanzaba  para comprar 236 kilos de asado, mientras que en julio pasado sólo podía comprar 206 kilos.

La Argentina sigue siendo el mayor consumidor per cápita de carne de bovina en el mundo, con 55,8 kilos por habitante en 2016, un 56% más que el promedio de lo que consumen los países de mayores ingresos per cápita. Y si se suman el pollo y el cerdo, la Argentina se ubica en el segundo lugar a nivel global, después de Estados Unidos, con 112,2 kilos por habitante para el mismo año.

A pesar de esta alta demanda y de la existencia de un stock ganadero en crecimiento, el precio de la carne en Argentina medido en dólares es muy superior al de los países vecinos. Así, durante 2016, el precio promedio en dólares del novillo argentino en gancho fue un 32% mayor al de Brasil y un 6% más alto que el de Uruguay. Por su parte, el precio del cerdo en pie en Argentina se ubicó un 42% por encima del de Brasil.

El trabajo concluye con que las perspectivas de consumo para el segundo semestre de este año estarán influidas por «la mejora del poder adquisitivo y la disminución del desempleo a partir de la reactivación de la economía». Ello «traccionaría la demanda interna impactando positivamente en la oferta del mismo», agrega.