Según un comunicado del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el presidente de ese país tomó la decisión de aplzar por 60 días la decisión final sobre el ingreso de limones procedentes de la Argentina.
«El Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (APHIS), en concordancia con el lineamiento que la Casa Blanca emitió el 20 de enero de 2017, emitirá una suspensión por 60 días de su dictamen final para autorizar la importación de limón fresco del norte de Argentina a los Estados Unidos, que se emitió el 23 de diciembre de 2016. Esta suspensión será enviada al Registro Federal el 23 de enero», señaló el comunicado.
El 23 de diciembre pasado, el APHIS publicó la norma oficial en su sitio web que permitía la importación de limón del noroeste argentino, tras las gestiones impulsadas por el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y el presidente Mauricio Macri con el entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Ayer, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, se refirió a la expectativa del avance del acuerdo bajo la nueva administración de Donald Trump al señalar en declaraciones radiales que «el procedimiento de ingreso está aprobado».
El secretario de Relaciones Internacionales de Tucumán, Jorge Neme, dijo este lunes que «no hay motivos para suspender la apertura, hay que ver muchas cosas, pero tenemos una regla aprobada y establecida».
El funcionario recordó que se trata de «una medida general que suspende por 60 días todos los trámites en curso en relación con las cuestiones que estaban sujetas a procesos de habilitación; en su momento Obama hizo lo mismo, es usos y costumbres cada vez que llega una nueva administración».
Para Neme, la medida tomada por la administración de EEUU «es un paréntesis, que por ahora significa que en en lugar del 25 de enero, las exportaciones se abrirán el 25 de marzo».
Consultado por la posibilidad de que la decisión se extienda en el tiempo, Neme consideró que «para que se suspenda definitivamente deberían cambiar el protocolo sanitario y dar de baja lo que se acordó, lo que no es tan fácil».