Los cortes de energía en el área de concesión de Edesur son más frecuentes y prolongados que en cualquier otra. Sin embargo, a raíz de la brutal política tarifaria llevada a cabo por el gobierno de Cambiemos, las ganancias de la empresa se dispararon. En el primer semestre de este año, tuvo ganancias por 8587 millones de pesos; un 62% más que en el mismo período del año pasado.

Trimestralmente, Edesur presenta un informe financiero en la Comisión Nacional de Valores, en el cual detalla los puntos más salientes de su actividad comercial. Esa suba del 62% se dio en contexto de una baja del 13% en el consumo, paradójicamente, «como resultado del escenario económico adverso», dice el documento. ¿Cómo subió tanto la ganancia en un escenario de baja de consumo? Consultado por el diario La Nación, el CEO de Enel Americas y expresidente de Edesur, Maurizio Bezzeccheri, reconoció que la mejora en los números fue posible por el incremento de tarifas del verano pasado, por la percepción de parte de las subas postergadas de 2017 y 2018, y también por el acuerdo regulatorio con el gobierno, «que permitió ordenar los activos y pasivos de la compañía».

El acuerdo al que refiere Bezzeccheri es el pactado al momento del traspaso de la compañía de la órbita nacional a la de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. El acuerdo incluyó que la deuda total de Edesur –$ 19.700 millones– será devuelta en concepto de «inversiones adicionales». Cualquier empresa soñaría con convertir la deuda en inversión. Ante esta situación, diputados como Rodolfo Tailhade (PJ-Unidad Ciudadana) y Myriam Bregman (FIT-PTS) acusaron a la maniobra de «condonación de deuda encubierta».

Otro punto de ese acuerdo es el que permite a la empresa estirar por tres años los pagos a usuarios cuyos artefactos eléctricos se dañaron por cortes o bajas de tensión. «Las Concesionarias abonarán las sanciones dentro del plazo de tres años de la celebración del Acuerdo», establece el escrito.

Carlos Minucci, secretario general de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), explicó a Tiempo: «Denunciamos esto hace tres años. Es inmensa la ganancia y aplican retiros voluntarios, achican planteles, tercerizan, venden edificios. Desmantelan la empresa. Se llevan la plata y los trabajadores no recomponemos salario porque dicen que no tienen plata. Nuestras paritarias son paupérrimas y se niegan a negociar».

En el citado informe, Edesur destaca un crecimiento del 79% en las inversiones. Sin embargo, Minucci lo desmintió: «No cumplen con inversiones. Esto se ve en que los cortes no cesan, pese a que la demanda está baja y estamos en invierno. Hay una crisis energética muy fuerte. No han hecho ni una inversión importante y el gobierno se lo permite».

En el último mes, hubo distintos tipos de protestas de vecinos afectados por cortes masivos que perjudicaron a decenas de miles de personas en Berazategui, Ingeniero Budge, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora, Florencio Varela, Wilde, Ezeiza, entre otros. Los afectados denuncian que los cortes se prolongan durante días o más de una semana, provocando serios daños.

Así las cosas, mientras Edesur se llena de ganancias (es decir; ya descontados los gastos) $ 47,4 millones por día –que se podrían traducir en poco más de 1 millón de dólares diarios–, el gobierno le permite capitalizar deudas, posponer pagos a usuarios, cerrar paritarias a la baja y no asumir responsabilidad por constantes cortes y deficiencias en el servicio. «

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La carta de un trabajador

Luego del despido de dos trabajadores, un tercero publicó una extensa carta, en la cual detalló las condiciones de trabajo. Aquí, un fragmento:

«Al interior de la empresa, la ofensiva patronal contra los y las laburantes fue brutal. Se azuzó el miedo, la persecución a los trabajadores se convirtió en moneda corriente, la presión acerca de objetivos, tiempos y estándares se intensificó. Se aumentaron las tareas, se redujeron secciones enteras, se trasladaron compañeros a otros sectores, se pusieron en venta todas las oficinas comerciales y bases técnicas, se profundizó la tercerización (…) se despidió a todos los choferes contratados y por la módica suma de $ 500 ahora le sumamos el oficio de conductores a nuestras tareas».

Y continúa: «Despidos, amenazas, presiones, paritarias a la baja, una política de disciplinamiento a partir de la persecución laboral, quita de nuestro histórico bono. Al final del camino: el retiro voluntario. Es una lucha de resistencias, de batallas al descubierto y con tiempos y armas elegidas por el enemigo».