Con un ojo puesto en las variables económicas y otro en las disputas políticas, el Palacio de Hacienda llevará a cabo un megacanje de deuda denominada en moneda local por unos 9,3billones de pesos, según el operador financiero Cohen. La idea del gobierno es patear al año que viene, e incluso hasta 2025, la mayor cantidad posible de bonos con vencimientos a partir del próximo 16 de junio y hasta el 29 de septiembre.
El canje, que se realizará el jueves de esta semana, está organizado por la Secretaría de Finanzas, que dirige Eduardo Setti, ofrecerá a los inversores otros títulos que vencen en agosto, noviembre y diciembre de 2024. Uno de esos papeles caduca en enero de 2025. “No es posible patear vencimientos al cuarto trimestre de este año, y los dos canjes anteriores acumularon vencimientos en la primera mitad de 2024, por eso se eligió llevar estos nuevos vencimientos a la segunda mitad del año que viene”, dijo a Tiempo una fuente con conocimiento del tema.
En el sector financiero hay una cierta inquietud por el resultado del canje. Bonos por valor de casi 3 billones de pesos están en manos de inversores privados y su actitud será fundamental para el éxito de la operación.
A fin de bajar al mínimo nivel posible la posibilidad de un rechazo, Economía no innovará en los nuevos bonos que ofrecerá: serán los mismos que se darán de baja, cuya renta está atada a la inflación, al nivel del dólar o a ambos. Se trata de un esquema muy oneroso para las finanzas públicas, que reduce al mínimo el riesgo de la inversión a costa de recargar el costo del financiamiento sobre las espaldas del Tesoro.
Así, suponiendo un canje efectivo del 75% (unos 7,3 billones de pesos), el stock de deuda pública en pesos indexada (por inflación o devaluación) se mantendría en niveles muy cercanos al ciento por ciento.
Sensación térmica
Además, el canje se da en momentos en que no hay una corrida contra los bonos en pesos del gobierno nacional, como sucedió hace exactamente un año y que fue el inicio de la cuenta regresiva de la eyección de Martín Guzmán del Palacio de Hacienda. En el gobierno hasta hablan de una “recuperación de la confianza” a la luz de la creciente demanda de activos denominados en pesos. Este martes, el índice Merval creció 5,5% y los bonos en dólares y en pesos tuvieron resultados mixtos (algunos subieron, otros cayeron), pero con una tendencia ascendente.
Hay “una sensación térmica positiva”, según la fuente consultada, vinculada a los resultados de las negociaciones con China (llegada de yuanes que reemplazan el uso de dólares) y con el Fondo Monetario, que parece cada vez más dispuesto a aceptar adelantar los U$S 10.000 millones de este año y que una parte se use para intervenir en el mercado cambiario.
La consultora Equilibra, de Gabriel Delgado y Diego Bossio, señaló que “el elevado porcentaje de deuda en manos públicas (en la zona del 70%) disipa las dudas en torno a la sostenibilidad en el corto plazo. Haber empezado a sortear el ‘muro’ de vencimientos pre electorales podría hacer que los inversores privados dejen de desarmar posiciones en pesos».
Según los gráficos de Equilibra, la deuda en pesos que vence entre junio y septiembre asciende a 12,8 billones entre capital e intereses.
Setti se reúne
El secretario Setti mantuvo encuentros la semana pasada, mientras el ministro Sergio Massa se encontraba en China, con banqueros y representantes de administradoras de fondos comunes de inversión a fin de acordar las características técnicas que debían cumplir los nuevos bonos de forma tal de que los tenedores privados participen. En el sector privado se cree que hubo acuerdo y que ello daría más posibilidades de que el «sector privado acompañe» la propuesta de canje.
En diálogo con Radio 10, Setti explicó que «Estamos pasando los meses más complicados que tiene la Secretaría de Finanzas como desafío. Nos quedaría un mes más muy cargado del sector privado [por el mes de junio] y después en adelante son vencimientos del sector público. Se aliviana la expectativa de no poder renovar vencimientos o que los canjes no sean exitosos».
Después del último fin de semana largo, Economía concluyó una emisión de deuda por $ 774.000 millones para pagar vencimientos de bonos por $ 477.000 millones. Es decir, logró $ 300.000 millones de financiamiento neto. Esa cifra pudo haber sido mayor, pero los funcionarios no quisieron avalar tasas de interés más altas.
El desempeño de esa operación agregó entusiasmo a las filas oficiales respecto del megacanje que se viene.