La disparada del dólar, que por primera vez en la historia quebró el techo de 17 pesos, se convirtió en un tema central de la agenda económica. El presidente Mauricio Macri salió a calmar las aguas y a restarle importancia, en sintonía con la postura del Banco Central, que pretende un dólar flotante y limpio, por lo cual no intervendrá, amén de una situación extraordinaria.
En una entrevista con Cadena 3, Macri hizo foco en la inflación. Lo que queremos es llegar a un dígito y es lo que vamos a lograr en el año 2019; estamos logrando tener la inflación más baja desde el 2009 y vamos por más, afirmó, en un intento por divorciar al tipo de cambio de la suba de precios.
El dólar flota; sube y baja. Hace un mes hablábamos de lo bajo que estaba el dólar. Cambian los flujos de oferta y demanda. No me preocupa porque también beneficia a las economías regionales, beneficia la generación de empleo, aseguró.
Según Macri, no hay de qué preocuparse, el Banco Central tiene muchísimas reservas, muchas más de las que teníamos hace 18 meses. Hoy, hay decenas de miles de millones. A los argentinos, les digo que no se preocupen por el dólar. Hay que preocuparse por bajar la inflación, trabajar en las empresas para bajar los costos y ofrecer productos de calidad y más baratos, para que nadie tenga que irse a Chile a conseguir cosas más baratas.
Miradas opuestas
Andrés Asiain, economista y director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), explicó a Tiempo que no se puede separar a la inflación del precio del dólar. Las dos cosas están vinculadas porque la suba del dólar impacta en los precios importados y en muchos de los exportables e incluso, por la política energética, impacta en las tarifas de gas y de luz y en combustibles. Esta vinculación hace que la suba del dólar provoque una aceleración en la inflación. Si les preocupa la inflación, les debería preocupar la suba del dólar.
Arnaldo Bocco, ex integrante del directorio del Banco Central, dijo a Tiempo que las causas de la suba son variadas: Es producto de una sobrespeculación y una parte de los fondos que están empezando a retirarse de pesos y se van a dólar. Están conjeturando que las elecciones pueden ser un llamado de atención a la política económica; es un voto alto en contra de la política económica. La otra cuestión es que las variables macroeconómicas argentinas están en una situación muy difícil: hay déficit comercial y fiscal, hay retroceso de una parte importante, hay caída de la actividad industrial desde hace 17 meses, hay reducción mercado interno, hay más importaciones que exportaciones, hay suba de la desocupación. La mirada que hay afuera sobre el déficit fiscal y comercial es complicada porque no permite tener sustentabilidad. Argentina se está sobrendeudando a una velocidad nunca vista, en montos muy importantes, donde además, parte de lo que ingresa se va al exterior como fuga de capitales. Hay un movimiento muy marcado previo a las elecciones, pero que además está influido por todos estos aspectos.
En cambio, para Asiain esta corrida se inicia con la colocación de deuda a 100 años, que fue entendida como una mala señal financiera: el gobierno espera que en un siglo no mejoren las condiciones de financiamiento. Esto fue acompañado por la decisión de una calificadora internacional de no mejorar la nota de Argentina y dio el puntapié inicial para que algunos grupos internacionales empiecen a vender bonos y a comprar divisas en el mercado local. Estos arrastraron a grupos locales que vieron adelantarse a la devaluación que se supone será post electoral. Si no interviene el gobierno, esa devaluación será pre electoral.
Reservas
Con respecto a las reservas señaladas por Macri, Asiain opinó: Es cierto que hay reservas. El Banco Central tiene capacidad de frenar el dólar. Por tanto, es una decisión política dejar que suba. Por eso, creo que esta escalada va a terminar con una intervención del BCRA. Pero hay que aclarar que el nivel de reservas es en base a deuda del Estado. No es un sistema sustentable, pero en el corto plazo tienen capacidad de intervención en el mercado cambiario.
Por su parte, Bocco aportó una mirada similar: Las reservas no son de disponibilidad; son las que ingresaron por endeudamiento. Tenés que pagar 14 mil millones este año y 18 mil millones el año que viene. No está para tomarlo tan a la ligera. No son reservas generadas por el comercio. Lejos de tomarlo con tanta simpleza, sería más cuidadoso porque hay una parte de los argentinos que ya la pasa muy mal y esto va a tener tarde o temprano un impacto en la inflación, en un mes en el cual ya muchos piensan que la inflación va a estar más cercana al 2% que al 1.5%. De hecho, toda la oferta de bienes vinculados al salario subieron este mes un 6-8 por ciento, producto del ajuste de precios que hicieron las grandes cadenas y las grandes empresas.
Sobre la teoría del presidente que indica al dólar alto como beneficioso para las economías regionales, Asiain argumentó: Ante el contexto de apertura de importaciones, está claro que si sube el dólar un poco puede proteger en algo a ciertos sectores de la producción que están viendo cómo las importaciones los desplazan. Pero no es gratis porque acelera la inflación y pega un golpe al bolsillo y por ende al consumo interno. Es decir, lo que otorga por un lado lo quita por otro. Es una política que beneficia básicamente a los sectores exportadores.
Intervención del Banco Central (BCRA)
Bocco señaló: No creo que intervenga. Porque lo van a ver como un signo de debilidad. Va a continuar flotante. Lo hará en caso de que tenga que frenar una corrida en valores más altos. Esto no se va a frenar en una semana; va a continuar la tendencia.
En tanto, Asiain sentenció: El mercado del dólar es muy volátil y es un mercado financiero. Si no intervenís, se torna incontrolable. Si no hay señales claras con respecto a la política cambiaria, va a subir mucho. Inevitablemente, va a requerir la intervención del BCRA. Sturzenegger va a tener que dejar de lado los libros de las teorías del libre mercado y empezar a hacer política económica, que para eso es funcionario; si fuera todo manejado por el libre mercado, que renuncie y deje al mercado, bromeó.
En línea con el presidente
Fausto Spotorno, economista y director del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres, opinó en Ámbito Financiero: No va subir mucho más en este rally ( ) el tipo de cambio estaba atrasado, tenía que subir.
En tanto, con respecto a una eventual intervención, dijo: No tenía margen para bajar las tasas antes porque la inflación no le estaba dando lo que pretendían. No creo que ahora tenga espacio para hacerlo. Finalmente, sobre el eventual impacto en la inflación, analizó: Si llega a tener un impacto, es marginal. Está dentro de la tendencia que se esperaba en el tipo de cambio. La volatilidad no debería trasladarse a los precios.