Una de las dos federaciones que representan a los docentes de las 27 universidades nacionales decidió rechazar el acuerdo paritario que se selló a fines de la semana pasada en el marco de la segunda revisión del acuerdo sellado en marzo de este año.
Se trata de la CONADU Histórica que, enrolada en la CTA Autónoma y por mandato de las asambleas de base, en un plenario de secretarios generales resolvió rechazar el acuerdo y convocar a un plan de lucha que comenzó hoy con un paro de 48 horas que durará hasta el jueves 25. Luego determinarán nuevas medidas.
Es que, al 41% que se había acordado para todo el año en la paritaria de marzo cuyas cuotas luego se adelantarían hasta el mes de agosto, se le añadieron tres nuevas cuotas para los salarios de agosto (7%), septiembre (5%) y diciembre (9%) que llevarán la suba salarial hasta un 62% para un período de diez meses. En octubre se producirá una nueva reunión con el propósito de revisar la evolución de los precios y realizar eventuales modificaciones.
El acuerdo, por el momento, dista de los aumentos que se fueron sellando en las revisiones del sector privado que, en gran parte, ya superan el 80% cuando los pronósticos de inflación para 2022 se acercan al 95%. Pero también ha quedado atrás en términos porcentuales de la suba del salario mínimo vital y móvil que esta semana se corrigió para llevarlo hasta un 75% de marzo a noviembre.
Otra de las principales federaciones que agrupa a la docencia universitaria, la CONADU, optó por aceptar la propuesta al igual que otras organizaciones con menor representatividad en el gremio como FEDUN, FAGDUT, UDA y CTERA.
Uno de los principales sindicatos de base de la CONADUH, la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD-UBA), explicó en un comunicado que, el salario de la categoría testigo de JTP con dedicación semi exclusiva que en julio llegaba a los $50.752 se ubica por debajo de la media canasta de pobreza que en ese mes superaba los $111 mil.