Durante el segundo trimestre de 2023 el ingreso per cápita de los argentinos resultó de $87.310. Es lo que se desprende del Informe de Distribución del Ingreso que publicó hoy el INDEC. Se trata de un incremento del 109,7% con relación a los $41.626 que percibía cada argentino, en promedio, en el mismo período del año pasado.
Como la inflación interanual promedio de los tres meses que van de abril a junio fue de 113%, en términos reales, cada uno de los habitantes del país resignó poco menos de un 2% de ingreso.
Pero además, ese ingreso per cápita resultó de un mayor esfuerzo laboral de las familias.
Del mismo modo que el informe de Mercado de Trabajo mostró un incremento de la denominada tasa de actividad que indica el número de personas que trabajan o buscan un empleo, el análisis de la distribución del ingreso refleja que, como resultado del deterioro de las condiciones de vida, más personas se vieron obligadas a generar ingresos en la Argentina con relación a lo que ocurría un año antes.
Es que, durante el segundo trimestre del año, el 62,4% de las personas percibió algún ingreso cuando un año atrás el porcentaje era levemente inferior con un 61,7%. El promedio de ingresos de quienes los obtuvieron llegó hasta los $138.595 que resultaron un 2,3% inferiores en términos reales al promedio que percibían quienes tenían ingresos un año antes.
Dicho de otra forma, el ingreso de cada personas retrocedió a pesar de que más personas generaron ingresos en las familias.
Más abajo, peor
Pero la situación es más alarmante a la hora de analizar la evolución del ingreso individual por estratos. Es que, para el 40% de la población más pobre el ingreso individual sufrió un deterioro del 5,13% mientras que entre el 20% más rico ese retroceso llega al 1,8%. Los estratos denominados medios fueron los que perdieron menos en términos reales en la medida en que sus ingresos individuales retrocedieron un 1,5%.
El informe, por ese motivo, destaca un “leve aumento de la desigualdad en la comparación interanual” habida cuenta una suba del denominado coeficiente de Gini que se situó en 0,417 cuando, un año antes, llegaba a 0,414.
Los resultados sirven de adelanto del informe de pobreza que se conocerá el próximo miércoles y que, según los resultados de este informe y la evolución de las canastas se presume mostrará valores superiores al 39,2% registrado en el segundo semestre de 2022 y que, probablemente, superen el 40%.
La brecha de género se amplía
La brecha de ingresos por género también muestra una evolución regresiva. Es que, mientras los perceptores varones en el segundo trimestre de 2022 obtenían ingresos 33,8% superiores a los de sus pares mujeres, en el mismo período de 2023 la brecha creció hasta un 38,3%. Así mientras los varones con ingresos, en promedio, percibieron en el segundo trimestre de 2023 remuneraciones por $161.252, las mujeres recibieron apenas $116.584.