Luego de aumentos por encima del 75 por ciento en 2020, el precio de los cortes de carne vacuna de consumo masivo continuó en el primer semestre de 2021 con una tendencia alcista, con una variación del 35%. Sin embargo, durante julio se tomó un respiro y los precios bajaron un 1%, promedio. Con todo, los aumentos en la carne continúan muy por encima de la ya alta inflación general.
Los datos corresponden al informe periódico que realiza el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), con cifras del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Analizando la evolución de las variaciones mensuales a lo largo del año 2020 y los primeros siete meses de 2021, “se observan incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%) y diciembre (20,2%) todos de 2020, y en enero, marzo y junio de 2021 (6,3% 7,3% y 7,9% respectivamente)”, resume el informe del CEPA. Cortando con la fuerte dinámica alcista, “en julio, los distintos cortes de carne vacuna mostraron en promedio una caída de 1,0%”, completa.
El informe discrimina los cortes por “caros, intermedios y económicos”, con el fin de proyectar cuáles son los sectores más afectados por los aumentos. En este sentido, se incluyó el pollo dado los elevados niveles de consumo por parte de la población y su carácter de bien sustituto.
El informe destaca que “los cortes económicos son los que han tenido una mayor rebaja en sus precios con un promedio de -2,0%, los cortes intermedios y caros muestran un comportamiento similar, con un descenso de 0,9% y 1,0% respectivamente”. Por su parte, “el pollo, incrementó su precio 4,0%”.
“Dado que la canasta involucra una mayor ponderación de cortes intermedios, el promedio de aumento de precios resulta de -1,0%, a pesar de la mencionada variación de precios de cortes económicos en el orden del -2,0%”, explicó el CEPA.
Dado el carácter sustituto del pollo respecto a los cortes vacunos, “se analizó la evolución de precios del pollo fresco entero respecto al principal corte vacuno consumido: el asado”. Lo que se observa “es una reducción de la brecha entre los precios del asado y el pollo entero, que se había incrementado sensiblemente en los últimos meses”.
Esto se debe “al aumento de precios del pollo y la reducción de precios de la carne”. Es decir, si en junio de 2021, 1 kilo de asado equivalía a 3,84 kilos de pollo, en julio de 2021, 1 kilo de asado equivale a 3,6 kilos de pollo. “El abaratamiento de la carne vacuna respecto al pollo durante el mes de julio fue del 4,6%”, concluyó el informe.
Entre los cortes caros, las principales reducciones se encuentran en matambre y nalga (-1,8%), cuadrada (-1,7%) y bola de lomo (-1,2%).
Entre los cortes intermedios, las principales reducciones se encuentran en tapa de asado (-2,0%), tapa de nalga (-1,8%) iguales al promedio en asado de tira (-1,0%) y paleta (-1,0%) y con un leve aumento en bife ancho (0,3%).
Entre los cortes económicos, la reducción nominal de precios fue superior a las otras categorías analizadas. Las principales reducciones se dieron en los cortes de picada común (-3,9%), falda (-3,3%), carnaza común (-2,4%) y tortuguita (-1,9%), todos por debajo del promedio general y con un leve aumento del osobuco (0,8%).
En términos interanuales, es decir respecto a julio 2020, “la variación de precios nominales de la carne (+85,3%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+50,2% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales”.
A la cabeza de los aumentos, “sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (91,1%), vacío (94,2%) y matambre (87,5%). En estos casos observamos incrementos muy por encima de la inflación del período”.