El nuevo retoque al cepo cambiario dispuesto la semana pasada permitió al Banco Central recuperar al menos 160 millones de dólares en las dos últimas ruedas. Las mayores limitaciones para acceder al mercado oficial permitieron que la entidad, casi sin competencia, adquiriera la mayor parte de las divisas ofrecidas y así recompusiera su cartera, que se había visto afectada por las ventas realizadas en las dos semanas anteriores.
El dato es provisorio y surge del cálculo sobre sus reservas que la entidad informa al término de cada jornada hábil. El jueves habían descendido a un mínimo de U$S 42.449 millones, cifra que se incrementó en U$S 140 millones el viernes y en otros U$S 20 millones el lunes para terminar el primer día del mes con U$S 42.609 millones.
La diferencia de sus operaciones de compra y venta de divisas son sólo uno de los varios factores que influyen sobre el nivel de reservas, en el que también influyen los pagos al exterior, los depósitos de divisas por parte de residentes locales en el sistema financiero y las diferencias de cambio por la valuación de las monedas internacionales, entre otros elementos. Fuentes privadas con acceso al mercado electrónico estimaron que en realidad, la mesa de dinero del BCRA compró unos 180 millones de dólares el viernes y otros 120 millones el lunes. El número concreto se sabrá a lo largo de la semana, ya que el Central publica el desglose de sus reservas con 72 horas de demora.
La tendencia favorable surgió luego de las resoluciones tomadas por el directorio a última hora del jueves. Entre ellas se dispuso que “las empresas que cuenten con activos líquidos originados en la formación de activos externos deberán disponer primeramente de esos recursos para el pago de obligaciones con el exterior”. Además se decidió que para acceder al mercado oficial, las empresas tendrán que demostrar que no realizaron operaciones de compra venta de títulos públicos en moneda local con liquidación en divisas en los 90 días anteriores y declarar bajo juramento que tampoco lo harán en los 90 días siguientes. Esas presentaciones serán cruzadas con las bases de datos con las que cuenta la entidad y habilitarán acciones penales cambiarias contra las empresas que falseen esos instrumentos.
El propósito de las nuevas regulaciones es doble. Por un lado, hacer que las empresas consuman en sus operaciones los dólares que poseen por fuera del sistema financiero. Y por otro, desalentar las operaciones de bonos que dan lugar a los tipos de cambio alternativos (CCL y MEP), mucho más caros que el oficial, que pueden generar expectativas inflacionarias. En esa misma dirección, la Comisión Nacional de Valores ya había dispuesto que quienes compren títulos para esa operatoria deben esperar al menos cinco días hábiles antes de poder venderlos, demora que puede frustrar la obtención de divisas por el riesgo de bajas significativas en la cotización de esos papeles.
El lunes también se conoció el informe sobre la liquidación de divisas del sector agroexportador, que por sus características es el principal oferente en el mercado oficial. Según CIARA y CEC, las dos cámaras que nuclean a las firmas aceiteras y cerealeras, en mayo el total liquidado fue de U$S 1.945,6 millones. Ese volumen mostró un alza de 27,6% en relación a abril, pero fue 18,7% más bajo que en el mismo mes del año pasado.