Apenas nueve meses después de lanzar con bombos y platillos la producción de un nuevo modelo, la automotriz FIAT presentó el viernes un plan de retiros voluntarios destinado al personal de su planta de la localidad cordobesa de Ferreyra.
La firma asegura que el plan está destinado al personal fuera de convenio pero el gremio del SMATA asegura que la empresa ya despidió a más de 100 empleados de esa condición y alerta que el programa de retiros puede ser una estrategia de la empresa para tentar a los operarios afiliados a la entidad sindical.
La decisión se conoció al cabo de una semana con rumores de despidos que la compañía negó en diálogo con Tiempo. Tras reconocer el programa de retiros voluntarios la empresa asegura que la idea es “reducir staff” administrativo y no de la plantilla técnica, aunque reconoció que el plan “está abierto” a todos los que quieran suscribir.
Además, la determinación de la automotriz italiana prosigue a una medida similar de la empresa Ford, que adelantó este medio el mes pasado. La empresa estadounidense se justificó por la crisis que atraviesa el mercado local y regional que motivó el traslado de la producción del modelo Focus a China.
En febrero de este año Fiat presentó su modelo Cronos en un acto que contó con la participación del presidente Mauricio Macri. En esa ocasión el jefe de Estado destacó la inversión de U$S 500 millones y se refirió al Cronos como “un orgullo para todos porque de acá (ese vehículo) saldrá para el mundo y cada vez que encontremos un Fiat Cronos vamos a decir ‘hecho en Argentina’”.
El modelo también era una excepción dentro de la industria local por su nivel de composición local, que de acuerdo a la promesa de Fiat alcanzaría un 53% de piezas argentinas, muy lejos del 20% que promedia el resto de la producción nacional.
Sin embargo, la actividad de las fábricas y concesionarios del sector automotriz se disminuyó paulatinamente a partir del segundo trimestre del año, en el marco de una economía que tendió a licuar o directamente a destruir la capacidad de ahorro de la clase media y el poder adquisitivo del salario.
Fruto de ese deterioro, la semana pasada el presidente de la Asociación de Fábricas (ADEFA) Hernán Vázquez anticipó que este año la producción estará en niveles similares a los de 2017 a la par de un mercado que caería un 11%. Las empresas vienen de pedir la vuelta de los reintegros a las exportaciones y la reducción de las retenciones a las ventas al exterior pero la recepción del gobierno fue poco auspiciosa.
Fuentes sindicales explicaron la decisión de Fiat en el marco de “los cambios que se están viendo en el mercado de compra venta que afectan a las terminales”.
Los consultados describieron que el gremio SMATA había acordado con Fiat un cronograma de dos días de suspensiones semanales para los últimos tres meses del año “con posibilidades de llevarlo a tres días por semana”.
En forma simultánea, la empresa sorprendió con despidos de personal fuera de convenio que según dos fuentes consultadas serían más de cien. Después de eso Fiat comunicó un programa de retiros voluntarios que este lunes tuvo alta difusión en los medios nacionales pero que los trabajadores interpretan como una movida para tentar a los operarios de planta afiliados al gremio.
Por lo pronto, los asalariados no descartan que otras terminales se sumen a Fiat en los próximos días. “La caída de la producción complica a todas las industrias satélite. Y la caída de las ventas la notan también Volkswagen, Renault y los demás”, indicaron.