Hace hoy una semana exacta, la redacción del diario Clarín amaneció con un vallado cuyo propósito fue el de impedir el ingreso de 48 trabajadores despedidos ese mismo día a la madrugada a través de un correo electrónico.
El conflicto se encuentra en una etapa de negociación a partir de la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo ese mismo día en respuesta al paro general que dispuso el SiPreBA en una asamblea realizada por la tarde en la puerta de esa redacción y que indicó la reincorporación de los trabajadores despedidos.
La resolución ministerial, desconocida inicialmente por la empresa, condujo a una mesa de negociación que, junto con el alta digital de los usuarios de los despedidos, implicó un reconocimiento parcial de lo establecido por la cartera laboral.
El viernes, un acto masivo con la participación de centenares de trabajadores de prensa y organizaciones sociales y políticas, reclamó la reincoporación de los despedidos. Una vez concluido el acto, los delegados y dirigentes del SiPreBA participaron de una nueva reunión con la empresa que recepcionó el reclamo y planteó un cuarto intermedio hasta mañana para dar una respuesta.
Matías Cervilla, uno de los delegados de la comisión interna, señaló que «es una búsqueda de disciplinamiento y amedrentamiento de parte de la empresa. No solo a los trabajadores del diario sino a todos los trabajadores de prensa». Cervilla explicó que «hay tres datos que lo demuestran: la fecha que, no casualmente, fue exactamente cuatro años después de los 65 despidos de 2019, la reincorporación de Alberto Romero trabajador de la planta Zepita y, por supuesto, la personería del SiPreBA. Clarín es la voz cantante en la Cámara y el principal opositor a que nuestro sindicato obtenga la personería definitiva».
El delegado señaló que «tenemos organización y unidad para revertir la situación». «