El viernes por la noche, el presidente Alberto Fernández detalló la nueva estrategia oficial para combatir la pandemia. A la etapa que inicia le puso el nombre de “cuarentena administrada” y consiste en la flexibilización paulatina de sectores productivos puntuales que, a su juicio y el del gabinete, pertenecen a ese segundo eslabón de la cadena de valor necesario para hacer de soporte a los sectores esenciales ya activos como la alimentación, combustibles y, claro, el sistema sanitario.

El anuncio fue muy esperado para la Unión Industrial Argentina (UIA) que ya había presentado a las autoridades su protocolo de prevención para la vuelta al trabajo. Sin embargo, para los industriales, tuvo sabor a poco. Es que, de los sectores productivos, sólo se agregó a la nueva esencialidad la fabricación de neumático cuando, a priori, se esperaba que además volvieran a la actividad, entre otras, las fábricas de cigarrillos, automotrices y autopartistas, calzado, nuevos sectores de la alimentación, eslabones productivos de la cadena de exportación y varias ramas metalúrgicas y siderúrgicas.

Estimaciones previas arriesgaban la liberación de sectores que incluyen hasta 300 mil empleados. Sin embargo, la resolución que se conoció 24 horas después de los anuncios oficiales, ratificó que a la esencialidad del sector industrial sólo se sumará la fabricación de neumáticos. Se trata de apenas cinco plantas en las que trabajan poco más de 3 mil operarios. También se habilitó el funcionamiento de gomerías y talleres mecánicos así como la venta de repuestos. Todos esos sectores comerciales sólo podrán ofrecer servicios a personas afectadas a tareas esenciales.

Además, se flexibilizó la actividad bancaria (con restricciones) y la atención y algunas actividades para personas con discapacidad. Por último se encomendó al Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, como titular de la “Unidad de Coordinación General del Plan Integral para la Prevención de Eventos de Salud Pública de Importancia Internacional”, la tarea de negociar con gobernadores e intendentes la flexibilidad de las medidas en provincias, regiones y pueblos del interior del país presumiblemente no alcanzados por la pandemia.

Así las cosas, y luego de febriles negociaciones de las entidades empresarias con el gobierno resultó al menos curiosa la selección de ese sector puntual de la industria a la hora de promover un principio de la apertura productiva. La UIA, por el momento, no emitió comunicado alguno valorando la decisión oficial.

El primer cuestionamiento, claro, vino del sector gremial. El Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA) emitió un comunicado algunas horas antes de la publicación de la Decisión Administrativa, en el que aseguran que «como sindicato» no les consta «la falta de cubiertas” en la medida en que “aún hay stocks tanto en depósitos como en gomerías”. La entidad gremial se lamenta por el hecho de que “si alguna medida particular escaseara no se le ha consultado al sindicato sobre este tema antes de que el poder ejecutivo tome esta decisión”.

Ellos mismos señalan: “Entendemos que para que un producto sea esencial y amerite la apertura de su producción durante una situación de emergencia como la actual, se debe demostrar que este no se encuentra en stock, que a la vez la falta del mismo provoca una interrupción en la provisión de alimentos o en el suministro de servicios esenciales que permiten a la sociedad llevar adelante la cuarentena”.

El SUTNA, además, explica que “las multinacionales Pirelli y Bridgestone emitieron comunicados internacionales señalando la abundancia de stock de sus productos en Sudamérica”. Por ese motivo exigen que el gobierno “detalle y justifique la supuesta falta de cubiertas, qué cantidades son las que supuestamente serían necesarias, qué tipo de medidas, y si se verificó que no se encuentran en stock”. 

La entidad gremial, aclara: “No pretendemos tener más derechos que los compañeros del transporte, sanidad, camioneros, alimentación etc, lo que exigimos es que no se abra ninguna línea de producción por el mero hecho del pedido de las patronales para generar ganancias y que solo se haga cuando es indispensable para la necesidad de la sociedad”.

Por eso, además, adelantan: “Nos opondremos a todo trabajo innecesario en todo  el gremio del neumático. Denunciaremos para que sea detenidas toda producción innecesaria que intente llevar adelante cualquier patronal. En el caso de que una producción sea realmente necesaria, exigiremos el cumplimiento riguroso de los protocolos de seguridad y prevención. No es un momento normal, es una emergencia y se deben tomar los más profundos recaudos”.

En esa línea especifican: “Hemos garantizado desde un primer momento el cumplimiento del cuidado de los grupos de riesgo y lo seguiremos haciendo, estuvimos presentes para que se dé cumplimiento al retiro de los compañeros de las plantas al establecerse la cuarentena, garantizado y reclamado el pago entero del sueldo a todos los compañeros”.

Ahora, señalan: “Debemos enfrentar esta nueva circunstancia con toda la responsabilidad y toda fuerza que ella amerita, utilizar la menor dotación posible, garantizar las medidas de seguridad y prevención, los sueldos de todos  los trabajadores, los puestos de trabajo, el respeto a cada compañero y la detención de toda producción innecesaria”. Por último adelantan que “de verse amenazadas estas justas premisas, y con ellas la salud y seguridad de nuestras familias nos veríamos forzados a sacar nuestra lucha a la calle, a la puerta de las fábricas y al interior de ellas”.

Por último, aseguran: “Nos pondremos en contacto directo con todos los gremios que utilizan nuestros productos para verificar las supuestas necesidades de ellos, e impulsaremos la coordinación con todas las representaciones gremiales posibles para que cada actividad productiva denominada como esencial sea aquella indispensable para la sociedad y se realice con todos los recaudos pertinentes”.

Ha comenzado una nueva etapa en la que, un insumo fundamental para tomar las decisiones más acertadas, será la visión de los trabajadores y sus organizaciones que no solo conocen la realidad de los sectores en los que se desempeñan sino que, a diferencia de las de las patronales, sus opiniones no están mediadas ni contaminadas por afán de lucro alguno.