Los precios en los supermercados se dispararon en diciembre y la explicación tiene varios motivos: la tradicional alza de precios por las Fiestas de fin de año, los tarifazos y la suba del dólar.
La ONG Consumidores Libres detalla en su informe mensual un aumento en supermercados del 1,96% para diciembre, con respecto a noviembre. Esto significa un 0,34 de punto porcentual más que en el mismo mes de 2016, ya que en diciembre de ese año la suba mensual había sido del 1,62%. «Fue el único mes en que los aumentos en supermercados estuvieron por encima de 2016. O sea, si bien en el año 2017 hubo un aumento del 16,21%, por debajo de todo 2016, en el caso de diciembre aumentó», explicó a Tiempo Héctor Polino, representante legal y fundador de la entidad.
Polino sostiene que los motivos principales del aumento son «los fuertes aumentos que hubo en la energía eléctrica, en el gas natural y en los peajes. Todo eso se traslada a precios porque aumentan las estructuras de costo de las industrias y, por ende, de los comercios que venden al público». Para Polino, «el dólar no influye tanto, excepto en los artículos importados».
Por su parte, el índice de precios de supermercados del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortíz (CESO) observó un incremento del 1,6%, para diciembre. «Los incrementos mensuales más destacables se registraron en los rubros Climatización (+7%), Pescados y Mariscos (+5,8%), Colegial (+5,7%), Lavandinas (+5,6%) y Librería (+4,8%)», señaló la entidad.
Por su parte, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) emitió un informe especial sobre precios de la canasta navideña, con valores relevados en la cadena Coto. «En relación con 2015, el costo de una cena navideña para una familia tipo con asado, picada, helado y mesa dulce se incrementó un 123% y respecto de 2016, un 33%, valores muy superiores a la inflación del período (70%)», asegura la publicación.
Hernán Letcher, presidente del CEPA, explicó a Tiempo los motivos de estos aumentos: además del efecto estacional típico de estas fechas, hay un segundo proceso, íntimamente relacionado con el tipo de cambio y con los aumentos de tarifas de servicios. Las subas en energía y gas se aplicaron desde diciembre y, en el mismo mes, se anunciaron otras subas en nafta y transporte, que los especuladores tomaron para subir los precios».
Letcher advierte que «la devaluación impacta en los precios de supermercados de tres formas: en primer lugar, productos importados o con partes importadas; en segundo lugar, se genera un efecto sobre productos locales: aumentan el precio ‘por las dudas’, basados en que aumentan los importados; en tercer lugar, hay cosas que se transfieren a través del tipo de cambio: la nafta y el gasoil son los ejemplos más claros, ya que esos aumentos se transfieren al consumidor final».
Para Letcher, «con las tarifas sucede algo similar. En algunos productos, de manera muy directa. Por ejemplo, el pan, cuya producción es gasintensiva; aumenta el gas, aumenta el pan. Así, ocurre con muchos productos. Además, el aumento de tarifas no está disociado del tipo de cambio, ya que están dolarizadas».
La situación puede agravarse por otros dos motivos: los efectos del aumento en combustibles y un aumento de las industrias en los precios de los productos que venden a los supermercados. Según publicó el diario BAE Negocios, «las compañías industriales que dominan el mercado alimenticio y de limpieza aprovecharon para remarcar sus productos un 12% y sin dar razones a los supermercados, lo que se verá en las góndolas los próximos días». «