El desarrollo urbanístico más grande del Programa Crédito Argentino (Pro.Cre.Ar) lanzado durante el kirchnerismo se proyectó en la localidad bonaerense de San Nicolás: 714 viviendas, locales comerciales, espacios abiertos y equipamiento comunitario en 27 hectáreas fiscales ubicadas en el barrio SOMISA, que en una segunda etapa preveía completar mil viviendas. Y aunque las familias nicoleñas sorteadas siguen pagando la cuota, la megaobra está parada desde diciembre pasado, cuando cambió el gobierno y el Grupo Farallón abandonó la obra. La empresa concentra más del 70% de la construcción y pertenece a Eduardo Gutiérrez, dueño de la casa que alquilaba el ex secretario de Obras Públicas, José López, y que también era aportante de la Fundación SUMA de la vicepresidenta Gabriela Michetti y socio del amigo presidencial y adjudicatario preferencial de la obra pública macrista, Nicolás Caputo.
«Desde principio de año cuando Farallón se retiró de la obra, la construcción de las casas está frenada», se quejó Fabián Silva, uno de los 714 beneficiarios sorteados para el Pro.Cre.Ar 1 San Nicolás en octubre de 2014. El jueves, mientras Gutiérrez declaraba ante el juez Daniel Rafecas en la causa por enriquecimiento ilícito contra López, los adjudicatarios marcharon al Banco Hipotecario para exigir que se termine la construcción de las viviendas. «El grueso de la obra no avanza ni tenemos información de cuándo va a finalizar. Son 500 viviendas paradas porque desde enero hay 50 personas trabajando cuando deberían haber 800 obreros», explicó Silva a Tiempo.
Desde la asunción de Mauricio Macri los nicoleños vieron que el sueño de la casa propia se alejaba un poco más. Lo mismo ocurrió con prácticanente todos los beneficiarios del Pro.Cre.Ar que tenían la documentación en trámite y se profundizó desde el 11 de junio cuando el presidente, junto con el titular de Anses, Emilio Basavilbaso, anunciaron la versión macrista Solución Casa Propia.
El proyecto Pro.Cre.Ar en San Nicolás de los Arroyos es una mega construcción: 230 departamentos, 78 casas y 406 dúplex, y proyecta una extensión a mil hogares más en una segunda etapa. Es parte del programa lanzado en 2012 por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner destinada a familias sin terreno, para la construcción en tierras cedidas por el Estado.
«Hay 714 familias que accedieron a su vivienda mediante un sorteo público y transparente. Hoy están sometidos a una situación confusa, en la que ni el Estado Nacional, ni el Banco Hipotecario y ni las autoridades locales les dan una respuesta concreta», dijo a Tiempo la senadora bonaerense del Frente para la Victoria, Cecilia Comerio. «Se pasó de un espacio repleto de trabajadores construyendo casas, a un predio abandonado, con las viviendas sin terminar y en el que sólo hay personal de seguridad privada», agregó.
El desarrollo urbanístico en la localidad bonaerense está a cargo de dos constructoras, pero las viviendas demoradas son del Grupo Farallón SA, cuyo presidente -según anuncia la página web de la empresa- es Gutiérrez, el mismo que le confirmó a Rafecas que era el dueño de la casa que alquilaba López en Tigre. Su empresa dejó a medio hacer los sectores 2 y 3 del barrio, que concentran 542 viviendas. Las restantes 193 las realiza la rosarina Pecam SA, de Ricardo Griot, que están a punto de ser terminadas.
Tras el cambio de gobierno Farallón se retiró de San Nicolás sin dar explicaciones con sólo un centenar de unidades finalizadas. Pese a todo, los vecinos denunciaron que, desde mayo, el Decreto 691/2016 de Macri habilitó a las Constructoras de obra pública redeterminar sus contratos, y favoreció a esa empresa. Los beneficiarios también sospechan que el abandono estatal tiene la intención de entregar sólo las 300 viviendas a punto de terminar. De esa forma alcanzarían para los 364 vecinos que ingresaron en la primera etapa de la línea de crédito. Si eso ocurre, quedarían excluidos la mitad de los sorteados. «Es muy triste ver que un cambio de gobierno deja los derechos y el sueño de la casa propia postergados y sin respuesta», opinó la legisladora nicoleña. «