Uno de los grandes problemas que expuso la crisis sanitaria es la conformación de los precios de los alimentos. Los valores de productos esenciales para la alimentación se dispararon en el marco de la cuarentena sin demasiados argumentos y los principales apuntados de la cadena son los intermediarios.
A partir de esta situación, surgieron distintas iniciativas para mitigar la problemática. El Frente Patria Grande promueve un proyecto de ley para la creación de una Empresa Pública de Alimentos. En una similar sintonía, se ubica la propuesta de la Corriente Nacional Martín Fierro, organización social y política aliada al Frente de Todos (FdT), que apunta a crear la Empresa Estatal de Alimentos. “Nuestra propuesta va más a fondo. La profundidad de la crisis requiere de medidas más profundas y lo que planteamos es un cambio estructural”, aseguró a Tiempo el secretario general de la Corriente Martín Fierro, Nahuel Beibe.
“A pesar de los enormes esfuerzos que viene haciendo el ministro (de Desarrollo Social) Daniel Arroyo, la llegada de alimentos a los barrios populares seguirá siendo insuficiente, por lo que resulta cada vez más necesario pensar con otra matriz las respuestas estatales”, apuntó Beibe y agregó: “Es imprescindible generar una mayor intervención del Estado en sectores esenciales de la economía, como en la producción de alimentos, para impedir que se generalice el hambre como en las anteriores crisis que hemos atravesado los argentinos”.
La Empresa Estatal de Alimentos tendría tres labores esenciales: comercialización, producción y recuperación de empresas.
La comercialización “es la más fácil de hacer”, afirmó Beibe, al tiempo que se apoyó en el antecedente boliviano de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA), creada durante el gobierno de Evo Morales. “El Estado compra a los pequeños productores, cooperativas y pymes a un precio mayor del que ofrece el mercado, que como sabemos está muy concentrado y los pequeños productores no pueden hacer más que aceptar mezquinas ofertas. Luego, el Estado puede comercializar adentro del propio Estado (abastecer escuelas, comedores, hospitales, etc.) o al ciudadano, a un precio menor al que tiene el mercado, con el objetivo de fijar precios de referencia más bajos al que imponen las grandes cadenas”. Además, “puede subsidiar el transporte, a partir de las empresas estatales del sector (trenes, combustible, etc.)”. Esto “permitiría que los pequeños productores tengan posibilidad de reinvertir y de crecer, no solo de subsistir”.
En cuanto a la producción, “el Estado debe producir en las tierras públicas, que no son pocas”. “El Estado debe transformarse en un productor de alimentos, a partir de la utilización de tierras públicas nacionales, provinciales y municipales. Lo mismo se debe aplicar a la pesca. El Estado debe aprovechar la riqueza marítima y fluvial del país, que es muy importante”, resumió Beibe.
Como ejemplo de este último concepto, Beibe recordó el caso de Villa Ciudad Parque, en Córdoba, donde el intendente Pablo Riveros (que también integra la Corrienta Martín Fierro). Allí, la comuna sembró 2 mil crías de pejerrey en el dique Los Molinos, a través de una empresa municipal, con la idea de abastecer de alimentos sin descuidar el medio ambiente. “También hay una experiencia en La Rioja de una empresa estatal de alimentos. No es una utopía, ocurre en muchos lugares del país”, advirtió Beibe.
En el mismo sentido, el dirigente planteó que se debe “generar valor agregado a la producción rural, lo cual permitiría generar puestos de trabajo”.
El tercer punto es la recuperación de empresas por parte del Estado. “Hay muchas empresas que tienen dificultades para mantener producción y despiden empleados o cierran. Creemos que el Estado debe adquirirlas y así comenzar a construir un engranaje propio de empresas estatales de alimentos”.
La propuesta apunta también a los subsidios que reciben las grandes empresas para pagar salarios, en el marco de la crisis sanitaria. “Se las debe intervenir y designar directores estatales. Lo mismo para grandes empresas que tienen grandes deudas con el Estado. Además, el Estado no debe sostener a las empresas que generaron niveles de evasión y fuga muy altos. Durante el macrismo, ingresaron 100 mil millones de dólares en toma de deuda y se fugaron 85 mil millones”.
“El Estado tiene que estar más fuerte en la intervención de la economía; debe ser un actor económico. La iniciativa va en ese sentido y estamos evaluando la posibilidad de hacer un proyecto de ley”, finalizó Beibe.