De repente, comenzaron a proliferar las iniciativas estatales dirigidas a incentivar el crédito hipotecario. Así, al esquema del Banco Central que promueve un índice de indexación basado en la suba de los precios al consumidor (que a los efectos prácticos se transforma en el Coeficiente de Estabilidad de Referencia o CER), se le suma el del Banco Nación, basado en un subsidio a la tasa de interés, mientras que en el Congreso avanza un proyecto de ley del senador Julio Cobos (UCR/Cambiemos-Mendoza), que propone una indexación basada en los precios de la construcción.
«Ninguna idea excluye a otra, más todavía con la necesidad de créditos hipotecarios que hay en el país», aseguró una fuente del BCRA al ser consultada sobre la multiplicidad de ofertas, todas ellas en simultáneo.
El programa del Central y el proyecto de Cobos tienen en común la indexación del capital prestado, con lo que se pone fin a la prohibición existente desde la Ley de Convertibilidad que buscó contener el proceso inflacionario de los años ’80.
Esta salida pone en duda el alcance de estos nuevos créditos como solución al problema de la vivienda en un contexto de suba de precios y tarifas. En el recuerdo de muchos perviven las consecuencias nefastas de la famosa circular 1050 del BCRA, que permitía la indexación de los créditos hipotecarios por un promedio de tasas de interés que resultó en que las cuotas se dispararan y numerosos deudores perdieran sus viviendas.
En el caso de los préstamos del BCRA, la circular A5945 establece que estos nuevos instrumentos de ahorro y crédito, denominados en Unidades de Vivienda (UVI) se ajusten por el CER. Para evitar el ‘efecto 1050’, las autoridades afirman que las cuotas no podrán superar en un 10% la suba del Coeficiente de Variación Salarial (CVS), de lo contrario el banco está obligado a negociar una readecuación del plazo en hasta un 25 por ciento.
La iniciativa de Cobos que obtuvo media sanción en el Senado el jueves, prevé que el ajuste sea por el costo de la construcción. El Indec informó ese mismo día que ese costo había subido un 9,1% en abril por la paritaria de la UOCRA, con lo que acumuló en el primer cuatrimestre del año un alza del 14,7 por ciento. Con todo, Cobos consideró que su proyecto le da «más previsibilidad a las personas» respecto del programa del BCRA. «Lo copiaron mal», dijo, al insistir con que la autoridad monetaria tomó su proyecto de 2013 para elaborar la propuesta que ya están comercializando algunos bancos.
En cualquier caso, ninguno de estos instrumentos evitan la posibilidad de que las cuotas crezcan en relación a los ingresos, lo que se hace patente en un contexto en que la suba de tarifas y de precios de los últimos meses no se vio reflejado en el aumento salarial correspondiente.