El peso del Impuesto a las Ganancias a los asalariados, cuya modificación podría ser una pieza de cambio con la CGT (ver más información en página 12) se incrementará el año próximo, al menos hasta que entre en vigor la nueva ley. Según los números del Presupuesto 2017, la relación del tributo sobre el PBI pasará de representar el 5,38% en 2016 al 5,57% el año que viene. La recaudación nominal de este tributo crecerá un 27,9% mientras que los ingresos tributarios totales subirán un 26,8 por ciento.
El gobierno mantiene el silencio acerca de los cambios que propondrá para el pago de Ganancias por parte de asalariados. Ha trascendido que establecería nuevos mínimos, un mecanismo automático de ajuste y nuevas escalas.
Respecto del mínimo no imponible, se especula con que la suba podría ser del 20%, lo que llevaría los umbrales hasta los 21 mil pesos para los solteros y los 29 mil pesos para los casados con dos hijos. En relación con el mecanismo de ajuste, ha trascendido menos y se conoce que hay fuertes debates en torno a su pertinencia, con la posibilidad de que no se incluya en el proyecto. Por último, las nuevas alícuotas incluirían una caída de las más bajs y un alza de las máximas. Así, podría empezar a pagarse el tributo desde un 2% de excedente como primera escala y hasta un 40% (hoy el máximo es 35 por ciento).
La otra cara de Ganancias son las exenciones. En el Presupuesto 2017 suman casi 85 mil millones de pesos, de los que unos 29 mil millones son deducciones vinculadas a regímenes de promoción económica. Otros 11.463 millones son exenciones a los intereses de títulos públicos, y $ 5600 millones son las deducciones de los jueces que no pagarán este tributo en 2017. «