La conflictividad alrededor de las paritarias parece haber ingresado en una nueva etapa. Si bien los principales sindicatos dominados por las conducciones tradicionales cerraron apresuradamente sus acuerdos salariales según el 15% pautado por el gobierno y sin cláusulas de actualización automática por IPC, las evidencias sobre la inflación real comenzaron a tener sus efectos entre los trabajadores y sindicatos más confrontativos.

La semana pasada se produjo la segunda tanda de paros de los docentes universitarios que, en todo el país, lograron un acatamiento superior al 80%. Las 48 horas que duró la medida de fuerza fueron acompañadas por clases públicas y las unidades académicas estuvieron desoladas. La medida fue resuelta cuando las autoridades universitarias no habían realizado propuesta salarial alguna pero tomó más fuerza cuando el lunes propusieron un aumento del 15% en cuatro cuotas comenzando por un 2% en abril, otro 2% en junio, 5% en agosto y 6% en diciembre. Las organizaciones de base durante la semana próxima definirán la continuidad del plan de acción que, se descuenta, dispondrá una profundización de las medidas.

Los metrodelegados enrolados en la Asociación Gremial de Trabajadores el Subterráneo y el Premetro (AGTSyP) vienen llevando adelante paros de dos horas por línea contra el acuerdo de un 15% que firmó la UTA y que completarán esta semana en la línea H. También enfrentan el quite de su personería gremial dispuesto por la Corte Suprema. Luego dispondrán la profundización de las medidas de acción. Reclaman un incremento del 35% para recuperar un 10% resignado en 2017 más una inflación que estiman en un 25% para 2018. 

En la misma línea, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) tiene pautado un paro nacional de actividades para el 3 de mayo con el propósito de intentar destrabar una negociación que el gobierno quiere fijar en un 15%. En la negociación del pasado viernes, según confiaron a Tiempo fuentes gremiales, las cámaras se mostraron más proclives a acercar posiciones en lo que se refiere al reclamo de un mínimo de 17 mil pesos pero el Ministerio de Trabajo bloqueó la posibilidad de un acuerdo y dictó una conciliación obligatoria que, al cierre de esta edición, aún no había sido notificada al sindicato que, por lo tanto, no suspendió la medida.

Los bancarios, luego de un plan de lucha que incluyó paros y movilizaciones, cerraron el viernes a última hora un acuerdo que contempla un incremento del 15% a partir del 1 de mayo, más una cláusula gatillo que operará en forma «inmediata» según las «condiciones económicas». El acuerdo incluye la «participación en las ganancias del sistema» y una compensación de 8500 pesos que será liquidada en tres pagos.

Los docentes bonaerenses, a pesar de los descuentos que el gobierno de María Eugenia Vidal ratificó, protagonizaron un paro el miércoles con un acatamiento superior al 80% en rechazo a la propuesta de un aumento del 10% semestral que propuso la gobernadora en la 15ª reunión paritaria. Los docentes de Neuquén mantienen una huelga por salarios desde el 9 de abril y acumulan 29 días de paro en lo que va de 2018.

Además persisten los conflictos contra los despidos de empleados públicos en el INTI, en la mina del Río Turbio y ahora, los trabajadores de Agroindustria y Senasa dispusieron un paro hasta el jueves 3 de mayo. «