El cuerpo de delegados de la línea 60 anunció la decisión de los trabajadores de parar la empresa de colectivos a partir del jueves a las 0 horas por un período de 24 horas. Luego retomarán el miércoles 2 de marzo con una medida de idéntico tenor. El paro es para rechazar al despido de cuatro trabajadores de la empresa que, además, prometió avanzar con más cesantías.
Mediante un comunicado aseguraron que “estos despidos están enmarcados en las disputas por subsidios entre las empresas de transporte y los diferentes gobiernos Nacionales y Provinciales”. Además, destacan que “algunos (despedidos) eran candidatos a delegados”.
En diálogo con Tiempo Argentino, Néstor Marcolín, uno de los dirigentes del combativo cuerpo de delegados de la línea 60 señaló que “la empresa empezó a despedir trabajadores, anunciando que nos iba a despedir uno por semana. Nos llamó la atención que los que pretenden despedir son candidatos a delegados. Por eso hicimos asambleas para ver cómo nos defendíamos de esta medida anti sindical y resolvimos ese plan de lucha”.
Para el dirigente, la decisión empresaria se “enmarca en la intención de limpiar el activismo y en la disputa de los grupos empresarios por el reparto de los subsidios. Cuando el gobierno empezó a decir que habría recortes de subsidios en el transporte la empresa buscó cortar el hilo por lo más fino”.
Los despidos, explicó, surgen de “aplicar el artículo 225 que reconoce que no hay motivo para despedir y por eso pagan la indemnización. Pero, si bien están dentro de la ley, creemos que es inaceptable en un momento de crisis dejar trabajadores en la calle y por eso vamos a sostener las medidas”.
Abonando a la idea de que se trata de una medida vinculada con la incipiente disputa por los subsidios que el gobierno analiza reducir en línea con las exigencias del FMI, la Federación Argentina de Transporte Automotor (FATAP) que reúne a las empresas de transporte del interior del país acaba de anunciar la reducción de las frecuencias de sus unidades durante el fin de semana largo con suspensión de trabajadores sin goce de haberes.
El lock out que impulsa la entidad empresaria se fundamenta en lo que señalan como un incumplimiento del acuerdo sellado con el Ministerio de Transporte que “hace 60 días que las empresas de transporte no han percibido los subsidios nacionales”. En el acta rubricada en el ministerio de Trabajo, además, aseguran que las tarifas “son insuficientes para mantener la ecuación económica de los contratos de concesión vigentes”
El delegado de la línea 60 insistió en que “de repente empezaron a hablar de los subsidios y llegaron los despidos. Ese es el marco. No somos ingenuos. El gobierno empezó a decir que no iba a pagar los subsidios y empezaron las disputas porque en el AMBA pagan $ 1.140.000 por colectivo y en las provincias sólo $250 mil. La línea 60 tiene 312 unidades y el Grupo MONSA 6 mil colectivos, basta hacer el cálculo”.
A días de la discusión del acuerdo con el FMI en el Congreso ya comienzan a ponerse de manifiesto algunos de sus efectos sobre las condiciones de vida de los trabajadores.