Datos oficiales del INDEC confirmaron lo que los informes parciales venían mostrando. Durante el segundo trimestre de este año la economía entró en una decidida recesión provocada por la histórica sequía que impactó sobre el principal sector económico, sus cadenas de valor y el flujo de exportaciones.
Es que el sensible retroceso que, a la vez implicó una caída del 2,8% comparada con el primer trimestre del, año se explicó especialmente por el sector agropecuario que, a nivel interanual retrocedió un 40,2% aportando 4,38 puntos porcentuales a la caída general. El sector pesquero también mostró un retroceso sensible del 30,5% así como el sector de electricidad, gas y agua que cayó en términos interanuales un 6,3%.
A la hora de analizar el retroceso del PBI durante el trimestre resalta la caída del 10,9% en las exportaciones también influidas por el derrumbe del principal sector exportador. Las importaciones, además, traccionaron a la baja porque sostuvieron un crecimiento del 4,3%.
Por el lado del consumo se verificó un leve incremento del tramo privado con una suba del 0,8% interanual aunque con un retroceso del 1,3% comparado con el primer trimestre. El consumo público, por su parte, mostró un crecimiento interanual del 2,6% mientras que, con relación al trimestre anterior lo hizo en apenas un 0,4%.
La inversión bruta en capital fijo mostró un crecimiento del 3,8% con relación al trimestre anterior pero una caída del 1,1% con relación al mismo período del año anterior.
Con todo, la recesión no solo se explica por lo ocurrido en el sector agropecuario. La industria manufacturera mostró un retroceso del 1% con relación al año anterior aunque, según los informes mensuales previos, se explica en gran medida por la cadena de valor agropecuaria especialmente en el sector de industrialización de alimentos. También hubo fuertes retrocesos en el sector de intermediación financiera y el de transportes y comunicaciones que cayeron un 3% y un 3,7% respectivamente.
Del otro lado, se mantienen firmes el sector de hoteles y restaurantes que creció un 6,4% y el de minas y canteras que escaló otro 6,3% apuntalado por el incipiente desarrollo de la explotación del litio. La educación creció un 2,6%, la construcción un 1,8% especialmente impulsada por las obras en los sectores petroleros y mineros.
En lo que refiere a la inversión bruta en capital fijo se destaca que, dentro de maquinaria y equipo, el componente nacional descendió 3,7% y el componente importado cayó 8,7%. En equipo de transporte, el componente nacional se incrementó 26,4% mientras que el importado tuvo un descenso de 8,3%.
Finalmente, en la demanda global se observó una caída en las exportaciones de bienes y servicios reales de 10,9%.
Las estimaciones del gobierno pautadas en el proyecto de ley de presupuesto prevén que el PBI finalmente retrocederá un 2,7% en todo el año pero se recuperará parcialmente en un 2,5% el año próximo.