La apuesta del oficialismo por un candidato a vice del peronismo busca alterar el equilibrio generado al interior de la CGT por el lanzamiento de la dupla Fernández-Fernández. Miguel Ángel Pichetto ofició de interlocutor legislativo para los sindicatos durante el mandato de Cambiemos y, en particular, en la discusión y rechazo del proyecto de reforma laboral oficial. Contaba en su haber con el apoyo de varios dirigentes sindicales que, ahora, deberán evaluar nuevamente su marco de alianzas en el peronismo.
Es que, la resignación de CFK a su candidatura presidencial y su reemplazo por un candidato del mismo espacio pero con una relación más amable con el mercado financiero, el FMI y el establishment local, sirvió para definir en su favor, y públicamente, a uno de los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, a la nueva fórmula luego de haber sido reticente a la postulación de CFK. El mismo camino tomó Andrés Rodríguez, su adjunto, así como el resto de los principales dirigentes del Consejo Directivo Nacional. La definición de Sergio Massa de participar de alguna forma en el bloque Fernández-Fernández terminará de definir el posicionamiento de dirigentes de peso empezando por el otro secretario general de la CGT, Carlos Acuña.
La fórmula de Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey sufrió un retroceso con relación a pocos meses atrás cuando habían cosechado el apoyo de Héctor Daer el primero y Omar Viviani el segundo. Por el momento solo el gastronómico Luis Barrionuevo adelantó su alineamiento con esa fórmula.
Las candidaturas de Fernández- Fernández ya habían conseguido el aval del opositor Frente Sindical para el Modelo Nacional liderado por el moyanismo y la Corriente Federal de Sergio Palazz,o que no cuestionaron la decisión de Cristina Fernández y se encolumnaron detrás del binomio.
Con todo, el alineamiento detrás de una fórmula en común, que incluye a las dos vertientes de la CTA, no alcanzó para cerrar definitivamente la grieta que los separa al interior de la CGT.
Los Gordos y los Independientes que lideran el Consejo Directivo promovieron el desplazamiento del moyanista Juan Pablo Brey de aeronavegantes como titular de la Juventud Sindical para reemplazarlo por Sebastián Maturano, hijo de Omar titular de La Fraternidad y aliado de Sergio Sasia de la Unión ferroviaria y animador del ahora extinto Movimiento de Acción Sindical de la Argentina (MASA). En la conferencia de prensa del posterior paro del 29 de mayo, Sasia se mostró con los dirigentes del Consejo Directivo y, luego, reconoció a Tiempo Argentino su voluntad de confluir con la conducción de cara a la renovación de autoridades de las CGT pautada para el año 2020.
La elección no es menor porque, presumen, se trata de la conducción que deberá lidiar con un gobierno peronista que, además, todas las fracciones llamarán a votar. La forma en la que cada uno de los sectores se perfile para esa futura interna influirá en las candidaturas legislativas que los dirigentes sindicales aportarán en esas listas.
En esa línea se conoció hoy un nuevo acercamiento entre Hugo Moyano y Omar Viviani aliados hasta 2011 cuando el Camionero tomó el camino de una CGT opositora al gobierno de Cristina y el segundo se mantuvo en la entonces oficialista CGT de Antonio Caló.
El taxista se había apresurado en apoyar la candidatura presidencial de Juan Manuel Urtubey provocando la escisión del MASA por la vía de la salida de Sergio Sasia con una veintena de sindicatos, entre ellos, los telefónicos de Foetra.
La reunión con Moyano, ahora, lo ubicó nuevamente en el terreno de la fórmula Fernández-Fernández a pesar de la designación de Urtubey como vice de Roberto Lavagna pero, fundamentalmente, en el campo de la oposición a la actual conducción de cara a las elecciones internas de agosto de 2020.
De esta forma, y por ahora, el ex MASA aportará un dirigente en cada lado de la grieta cegetista.
Hasta el momento la fórmula oficial sólo habría cosechado el apoyo de una de las tres vertientes que se disputan el sello de las 62 organizaciones. Se trata de aquella que lidera el titular de la UATRE Ramón Ayala y que surge del temprano alineamiento del difunto Gerónimo Vanegas con Cambiemos. Otra variante, también patrimonio de Mauricio Macri es la del senador Guillermo Pereyra y a la vez titular del gremio de los petroleros de Neuquén a través del cual buscará reunir más voluntades de dirigentes de sindicatos menores del gremio petrolero para los cuales la candidatura peronista de Pichetto podría servir de coartada. Por el momento parece muy poco.