El Ministerio de Economía informó que la administración de La Libertad Avanza registró en noviembre un superávit en las cuentas públicas nacionales. El superávit financiero fue de $357.162 millones, producto de un resultado primario de $1.381.545 millones y de un pago de intereses de deuda pública neto por $1.024.383 millones.
Sin embargo, este resultado conlleva una buena dosis de contabilidad creativa: las planillas del Palacio de Hacienda no incluyen los intereses correspondientes a las LEFI y Lecaps (dos títulos de deuda pública) y de haberlos contabilizado, el resultado financiero de noviembre habría sido deficitario por más de $2 billones.
El ministro de Economía, Luis Caputo, omitió la cuestión y festejó en la red social X. “Este resultado contrasta con el déficit financiero registrado en noviembre de 2023, que a precios de noviembre de 2024, hubiera sido equivalente a $2.008.000 millones”, aseguró el funcionario.
“De esta forma se continúa consolidando el ancla fiscal del programa de gobierno que, aún con el resultado estacionalmente negativo de diciembre, arrojará un superávit financiero en torno a 0,3% del PIB para el total del año 2024, consistente con un resultado primario de 1,9% del PIB”, anticipó el Palacio de Hacienda en un comunicado.
En noviembre, los ingresos totales alcanzaron los $9,6 billones, con un incremento del 147,3%, que ajustados por inflación (166% interanual a noviembre 2024) equivalen a una caída real del 7,0%. La disminución se explicó principalmente por el desplome en la recaudación de impuestos como el Impuesto al Cheque (-1%), Bienes Personales (-40%) y el IVA (-4%).
Por su parte, el gasto público fue de $8,2 billones, con un crecimiento nominal del 100,9% y una reducción real (descontada la inflación) del 24,5%, “un ajuste algo menos severo en comparación con el acumulado anual, que se ubicó en -28,7%”, caracterizó el Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
La caída interanual de los egresos se debió principalmente -por su peso sobre el total- al recorte de los programas sociales, que cayeron un 55% en términos reales, y de los gastos de funcionamiento (-23%) sobre la base de la licuación de los salarios de los empleados del sector público nacional.
Además, los subsidios se redujeron 22% interanual en términos reales, de los que los destinados a la energía mostraron una caída de sólo 5%, explicada por la falta de ejecución de las transferencias a Enarsa. Por su parte, los subsidios al transporte se redujeron 32% interanual real.
En relación a todo 2024, Cepa señaló que el gasto experimentó un ajuste interanual que osciló entre 23,2% y 39,4%. Y apuntó: “De cada 4 pesos recortados, 1 proviene de las jubilaciones, otro del freno a la obra pública, y los 2 restantes corresponden a las demás partidas. Para reducir gastos se decidió primero tocar el principal componente del gasto: las jubilaciones y pensiones”.
Según informó el Ministerio de Economía, en los primeros once meses del año el sector público nacional (SPN) acumuló un superávit financiero de aproximadamente 0,6% del PBI con un superávit primario de aproximadamente 2,1% del PBI.