Sectores comerciales pequeños y medianos, como almaceneros y autoservicios, advirtieron que en los últimos días se manifestó con fuerza un inusual desabastecimiento.
Los voceros del comercio minorista consultados por Tiempo advirtieron un llamativo aumento del desabastecimiento en las góndolas de los supermercados mayoristas. Las fuentes evaluaron que los faltantes no son normales y por ello anticiparon aumentos de precios inminentes y fuertes.
Ejemplificaron con el caso del azúcar: en la última semana, los comerciantes tuvieron problemas para encontrar el producto en sus centros habituales de abastecimiento, por lo que creen que se está preparando un nuevo aumento para después de las PASO. El precio mayorista viene de pasar de $ 340 a $ 650 en pocas semanas.
Las circunstancias narradas a este medio ratifican un dato que dio a conocer días atrás el matutino Página 12, que indicó que empresas del sector de alimentos y bebidas avisaron que se preparan para liberar aumentos desde mañana, pese a los pactos existentes con la Secretaría de Comercio.
Post PASO
Los hombres y mujeres de negocios irán a votar este domingo con la mirada y el pensamiento en lo que vendrá después de las primarias abiertas y en la carrera que se abrirá de cara a las presidenciales de octubre.
En un contexto marcado por las limitaciones de la veda, manifestaron a este diario sus expectativas con lo que se pone en juego en los dos llamados electorales, algunos con la esperanza puesta en que el resultado facilite la concreción de cambios económicos basados en reformas de fondo, otros con el deseo de que consolide políticas de fomento a la industria nacional.
La carrera que desemboca hoy en el primero de los llamados se desarrolló en medio de la crisis cambiaria e inflacionaria y su efecto desacelerado de la economía. También, entre profundas diferencias entre la administración nacional y sectores importantes del mundo de los negocios, especialmente fogoneadas por la incertidumbre de la negociación con el FMI y las restricciones de la política cambiaria, entre otros temas que tienen en el centro de la escena al principal candidato del oficialismo, el ministro de Economía, Sergio Massa.
Formalmente, en los últimos días previos a la contienda, los referentes de las grandes empresas cultivaron un perfil bajo. Solo unas pocas federaciones patronales rompieron la reserva preelectoral, como la Unión Industrial Argentina (UIA), que protestó por la intención del titular de Hacienda de lanzar un pago de una suma fija orientado a los salarios más bajos de la economía. En un comunicado, la gremial privada que conduce Daniel Funes de Rioja, se anticipó a la aparición de un posible decreto y pidió respetar la vigencia de los acuerdos paritarios.
Las Pymes dicen
Los empresarios pymes dejaron ver su preocupación por el descontento social que genera la escalada inflacionaria y su posible impacto en las urnas.
Un referente industrial definió el panorama electoral como muy competitivo y planteó que el gobierno “encara el reto de conquistar la confianza de votantes dubitativos, ante las dificultades económicas derivadas de la sequía agropecuaria, la escasez de divisas y las complicaciones para exportar”.
El argumento es que la economía argentina se asoma a un proceso de transformación y de mayor relevancia mundial apalancada por el sector energético y las inversiones el yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén, lo que “requiere continuidad en la política económica e industrial que se está llevando adelante, centrada en la integración, el mercado interno y la atracción de inversiones” para dar paso al posible despegue de la actividad local. En ese marco, el empresario consideró prioritario que el futuro gobierno se plantee el crecimiento de la economía a caballo de un proyecto industrialista. «