El presidente Alberto Fernández mantuvo en las últimas horas de la tarde del jueves una de las reuniones más importantes en lo que va de su mandato, al encontrarse en la Casa de Gobierno con 16 empresarios y altos ejecutivos del sector petrolero.
Si bien el tema más llamativo de todos los tratados fue el del precio de los combustibles, la agenda del diálogo fue mucho más amplia e incluyó el nuevo proyecto de ley de hidrocarburos, las exportaciones de petróleo y gas, el envío de utilidades empresarias al exterior y el congelamiento de las tarifas de luz, gas y transporte público.
La reunión se hizo en un contexto de tensión social en aumento en la zona de Vaca Muerta por los casi 2000 despidos y suspensiones que las empresas han aplicado desde octubre pasado y que amenaza con estallar a fin de este mes, cuando vence la conciliación obligatoria impuesta por el Ministerio de Trabajo.
El encuentro fue encabezado por el presidente Alberto Fernández, quien estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Energía, Sergio Lanziani.
Por el lado empresario, asistieron Guillermo Nielsen y Arturo Giovenco por YPF; Marcos Bulgheroni y Rafael Machín en representación de Pan American Energy; Sean Rooney y Verónica Staniscia, por Shell; Carlos Ormachea, por Tecpetrol; Carlos Seijo, por Total; Mariano Cancelo, por Wintershall; Hugo Eurnekian, por Compañía General de Combustibles; Eric Dunning y Dante Ramos, por Chevron; Germán Machi y Adrián Vilaplana, por Pluspetrol; Pablo Vera Pinto, por Vista; y Matías Szapiro, por Exxon.
No participó Raizen, la brasileña que compró la cadena de estaciones de servicio de Shell y que en la actualidad es la única firma grande que no combina la producción de crudo con la venta de combustibles.
Dolarización a salvo
En el centro del problema petrolero argentino se encuentra la dolarización de toda la cadena de valor, aunque los billetes con los que se pagan los intercambios comerciales estén nominados en pesos. En la reunión quedó claro que eso no va a cambiar.
La dolarización implica que las empresas esquiven las consecuencias de una devaluación del peso. Mientras que cualquier asalariado o jubilado –en total, unas 24 millones de personas- corre con el riesgo de que sus ingresos pierdan valor ante una devaluación, las petroleras esquivan ese problema porque el precio de lo que venden –el petróleo y el gas que extraen- está atado al valor del dólar, no del peso.
Esa dolarización se traslada por toda la cadena de valor hasta los bolsillos del consumidor.
El petróleo es la materia prima de las naftas y el gasoil, pero también de la industria petroquímica, que produce un sinnúmero de insumos industriales; el gas lo es del gas natural, tanto del que se consume en los hogares como el que se usa en la industria y en las usinas que generan electricidad. Así, la dolarización se contagia a las tarifas de electricidad y gas y a los surtidores de las estaciones de servicio.
Conviene recordar que por la dolarización del precio del gas, el Estado le está pagando a las petroleras 24.524 millones de pesos como resarcimiento por la devaluación de la moneda nacional entre el 1 de abril de 2018 y el 31 de marzo de 2019.
El presidente aseguró en diversas entrevistas que su gobierno piensa “terminar con la dolarización de las tarifas”, aunque aun no hay un esquema concreto para ello mientras que continúa la dolarización de la materia prima.
Nueva ley de hidrocarburos
En la mesa también se exhibió un nuevo proyecto de ley que modificará “marco normativo” para el sector. Hasta ahora se había hablado de una ley para Vaca Muerta, pero los reclamos del sector –que buscó que se incluya a los yacimientos convencionales- derivaron en un cambio que será general.
El presidente aseguró a los presentes que el proyecto ingresará al Congreso para que sea tratado en las próximas sesiones extraordinarias que se esperan para la segunda mitad de este mes.
La norma dará “certezas” al sector, como la mencionada dolarización, libertad para comercializar el petróleo y gas producidos, eliminación de las retenciones a las exportaciones y permiso para remesar al exterior las ganancias obtenidas. Además habría un capítulo de garantías estatales para el avance de las obras de infraestructura necesarias para que el petróleo y el gas lleguen a su destino: los puntos de consumo en Argentina y los puertos para su exportación.
“Buscamos incrementar la producción de gas y petróleo, desarrollar una cadena productiva, impulsar la creación de puestos de trabajo e impulsar las exportaciones”, dijo una fuente del Ministerio de Desarrollo Productivo, que dirige Kulfas.
Combustibles
En este contexto, el precio de los combustibles se llevó la atención sobre la reunión. El propio presidente le detalló a un grupo de los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno al concluir el encuentro: “Les expliqué sobre el problema del petróleo. Les dije entonces sobre el efecto psicológico que produce el aumento de la nafta sobre los precios. La gente cree que aumenta la nafta y aumenta todo”, dijo. “Les dije entonces que ellos me traigan una propuesta y que la voy a estudiar”, agregó. “Hablamos del contexto y de cómo se irían desarrollando” los incrementos de precios, detalló el mandatario, quien observó que puso sobre la mesa el “freno en los aumentos a la luz y el gas por 180 días”.
Fernández aseguró que quedó a la espera de que le presenten un “mecanismo” de recomposición de los precios internos del combustible que le resulte “aceptable”. En ese sentido, el presidente le pidió a los petroleros que ese “esquema” de aumentos no se salga de los principales lineamientos económicos.
Con todo, el inicio de febrero pondrá a prueba la apuesta del gobierno ya que debería comenzar a aplicarse el aumento del impuesto a los combustibles postergado en el inicio del año. Fuentes oficiales le dijeron a Tiempo que aun no hay nada decidido al respecto.
Las empresas aseguran que los precios internos de los combustibles están retrasados en un 15% respecto del que deberían tener. Las empresas hacen ese cálculo en base a una fórmula que conjuga el valor del dólar con el del barril del tipo Brent.
Un repaso de la suba de los precios durante el gobierno de Mauricio Macri muestra una combinación de alzas y bajas.
Mientras que entre diciembre de 2015 y el mismo mes de 2019, los precios de los combustibles subieron entre un 310% y un 333%, el dólar saltó un 540% y la inflación redondeó el 300%. En tanto, el crudo Brent subió sólo un 77%. Cómo es que, con esos números, aún falta actualizar un 15% es algo que las petroleras deben describir en detalle.
Despidos y suspensiones
El cuadro se completa con la situación laboral y social en Neuquén, epicentro de la explotación del yacimiento no convencional de Vaca Muerta. Desde octubre se acumulan 700 telegramas de despido y otras 1200 suspensiones. Una conciliación voluntaria entre las empresas y el Sindicato de Trabajadores del Petróleo y el Gas de Neuquén, Río Negro y La Pampa –que dirige el senador nacional Guillermo Pereyra- vence el próximo martes 28. Son muchas las empresas involucradas en los despidos y suspensiones: San Antonio, Schlumberger, Halliburton, Calfrac y DLS, entre otras. Se trata de prestadoras de servicios presentes en esa zona y en el resto de las cuencas productoras del país.
Si bien del encuentro entre el presidente y los empresarios surgió la constitución de una “mesa de diálogo”, hará falta más que eso para evitar una crisis social aguda en la principal provincia productora de hidrocarburos de la Argentina.