María Eugenia Vidal aprobó en los últimos diez días dos fuertes aumentos para los vecinos de la provincia de Buenos Aires: tarifas de luz e impuesto inmobiliario. Además, los intendentes establecieron subas en la tasa del ABL que van del 20 al 60 por ciento, con un promedio del 30%. Todos estos ajustes están por encima de la inflación proyectada por el Gobierno Nacional, del 15%.
Vidal promovió un revalúo fiscal que derivó, entre otras cosas, en un enorme aumento del impuesto inmobiliario. El mismo se promedia en un 56% y con picos del 75%; los casos más moderados serán del 40%.
En el mismo sentido, el Gobierno de Vidal aprobó una suba en las tarifas de electricidad que alcanzará el 32%. Este ajuste es al margen de los dos anuales estipuladas por el Gobierno Nacional y el ministerio de Energía, y se debe a un aumento en el precio mayorista que utilizan las productoras.
El ajuste se hará efectivo en dos cuotas: la primera, del 20%, será sobre los consumos de enero; la segunda, del 10% será para el consumo del 1 de febrero al 30 de abril.
Finalmente, el Conurbano bonaerense sufrirá otra suba significativa: ABL. Los municipios más afectados por las decisiones de los intendentes son Hurlingham, Morón y Berazategui: entre el 50 y el 60%. Los siguen La Matanza, Esteban Echeverría, Avellaneda, Pilar y José C. Paz: del 30 al 40%. En el resto de los municipios, oscilan entre el 20 y el 28%. La excepción es Tres de Febrero: 19%.