Es economista y fundador de la CTA Autónoma. Detenido en forma clandestina durante la dictadura luego sería parte del SERPAJ fundado por Adolfo Pérez Esquivel y animador del FRENAPO en los días previos al estallido del año 2001. Como referente de Unidad Popular la fuerza política que integró primero Proyecto Sur y luego el FAP llegó al Congreso como diputado en 2007 y 2011 llegando a obtener el 17% de los votos en la CABA. Desde allí fue opositor a la gestión kirchnerista y, en 2017, luego de no superar las PASO se volcó por las candidaturas de los diputados del Frente de Izquierda. Ahora integra el Frente de Todos porque “desplazar a Macri es el punto de partida para discutir de otra manera la Argentina”. Presentó su libro “La Deuda Ilegítima” donde pronosticó, con anterioridad, que el modelo oficial llevaría inexorablemente al cuarto default del período democrático. Cree que es necesario investigar la deuda y establecer controles en la oferta de divisas y en el sistema financiero.
Tiempo: -En el libro que presentaste en mayo pronosticas el inminente default de la economía. ¿La Argentina está efectivamente en cesación de pagos?
Lozano: -Está en cesaciónde pagos encubierta desde comienzos de 2018. El FMI garantizó los pagos para que Macri llegara a las elecciones. Dos años después de haber asumido, la política de Macri y de “el mejor equipo de los últimos 50 años”, con la lógica de la apertura y la desregulación con endeudamiento,llevó al default.
T: -¿El gobierno falló en el pronóstico del contexto internacional o generó adrede esta situación?
L: -Creía que el escenario mundial garantizaba un financiamiento permanente. Pero ese escenario no existió nunca desde que asumieron. A los problemas normales que tiene una política de esta naturaleza se le agregó una absoluta contradicción con el escenario mundial.
T: -¿Era una estrategia viable en caso de que se alinearan los planetas de alguna manera?
L: -Un endeudamiento acompañado de acumulación financiera y fuga de capitales nunca tiene final feliz. Argentina va por la tercera experiencia. La de Martínez de Hoz, luego la de Cavallo y ahora esta. Las otras dos, sin embargo, tenían cierta articulación con el fenómeno mundial. La suba de las tasas de interés en EEUU ya era parte de la discusión no fue una sorpresa.
T: -¿Fue torpeza o privilegiaron un negociado?
L: -Miraron un mundo que no existía y Macri creyó que por el simple hecho de ser quien era generaría una confianza que garantizaría financiamiento.No solo incrementaron el endeudamiento del Tesoro. Lo dolarizarony acortaron los vencimientos, todo al revés de lo que la experiencia podía recomendar. La política del BCRA fue comprar reservas con deuda de corto plazo a tasas de interés monumentales en un contexto de libre movilidad de capitales. Esa combinación, ante cualquier modificación del escenario, genera un cimbronazo. De hecho la crisis de pagos estalla en el BCRA, con las Lebac.
T: -Las Lebacs las creó la gestión de Axel Kicillof y ya estaban perfilados en cerrar con el Club de París y con los fondos buitre. El carry-trade no lo inventa Macri. Es contrafáctico pero, ¿el kirchnerismo iba en este camino?
L: -Hay un problema de endeudamiento que es histórico. La denuncia del libro es que la democracia no pudo afrontar en profundidadla herencia de la experiencia dictatorial. La experiencia kirchnerista tuvo un tipo de resolución diferente pero respetando cierta matriz que viene reglando la lógica del mercado mundial. Nunca se discutió la capacidad de repago de la deuda que no nace por el déficit de las cuentas públicas sino de un conjunto de capitales privados que en el marco del proceso de globalización financiera pueden articular la toma de deuda colocándolo a tasas más significativas en el sistema financiero local con un dólar controlado por la tablita de Martínez de Hoz y consecuentemente realizar una renta extraordinaria para luego salir fugando capitales. Esa lógica es la que da comienzo al proceso de endeudamiento que luego, cuando se rompe, con Cavallo,el Estadoasume. Esa deuda ilegítima y espuria, porque fue tomada en la etapa dictatorial y era privada transferida al Estado, genera que el Estado la afronte tomando nueva deuda y abre un ciclo de endeudamiento perpetuo del cual nunca se ha salido. Más allá de ese rolleo, se genera el problema del condicionamiento de toda la orientación productiva porque, sin resolver este problema, estas obligado a un mecanismo de generación de divisas exagerado e inmediato. El próximo gobierno tiene el problema de generar divisas rápido para afrontar el pago. No dan los tiempos para un proceso de re industrialización y reconversión productiva. Dependes de la colocaciónde recursos naturales baratos en el mercado mundial.
T: -No parece casual que el debate de la reforma agraria y la Junta de Granos reaparezca en el contexto del default. ¿La manera de salir de este ciclo es modificando la estructura de la propiedad de la tierra y el control del comercio exterior?
L: -La deuda es el emergente de un proceso de acumulación que instala la dictadura. Es la lógica de acumulación de los capitales dominantes que acumulan rentas extraordinarias a expensas de la distribución desigual del ingreso y del aparato del Estado. Resisten cualquier intento de tributación progresiva y demandan subsidios millonarios para su proceso de acumulación, no invierten y fugan.
T: -¿Y cómo se corta eso?
L: -Con un tipo de regulación publica distinta que es lo que la experiencia democrática no ha discutido.
T: -¿A dónde tiene que apuntar? ¿Al comercio exterior y a la banca?
L: -A replantear el fenómeno del endeudamiento. La deuda es parte del fenómeno de acumulación. En segundo lugar a la necesidad de un control en la oferta de divisas generada en la renta agraria, minera e hidrocarburífica. El Estado no puede no saber cuántos dólares de exportación tiene la Argentina y como tienen que ingresar. Hay que controlar la oferta de divisas y limitar la salida de capitales. Tener una regulación diferente sobre el capital extranjero y orientar con las herramientas del Estado el excedente de inversión.
T: -El kirchnerismo diría que ellos intentaron aplicar retenciones móviles y le desestabilizaron el país. El tema de la relación de fuerzas.
L: -La relación de fuerzas es un problema de estrategia política. El kirchnerismo evitó integrar a las organizaciones populares a un proceso de construcción política. Ese fue el problema.
T: -La Sociedad Rural le ganó la pelea en la calle.
L: -Exactamente. Son los límites del PJ. Muchos gobernadores tienen más que ver con el sostenimiento del orden que con una política transformadora. Cortó mal el conflicto dentro del sector agrario y emblocó sectores que podrían haber sido socios de una experiencia distinta.
T: -El título del libro sugiere que no hay que pagar la deuda.
L: -La consigna de que las deudas se pagan es una consigna correcta pero las estafas no. Eso dice el libro. Lo que discrimina una deuda de una estafa es una investigación. En la Argentina nunca hubo una. El libro es una denuncia política que dice que el Parlamento debe hacerse cargo. La experiencia Macri vuelve a mostrar los mismos contenidos históricos del endeudamiento. Se endeudó en U$S 107 mil millones, de los cuales U$S 70 mil millones se fugaron y U$S 36 mil millones tienen que ver con el pago de intereses de la deuda anterior. El acuerdo con el Fondo es absolutamente irregular. No cumplió con las normas jurídicas y constitucionales nuestras ni con el estatuto del FMI. La Argentina tiene todos los elementos para cuestionarlo.
T: -¿Qué implica investigar?
L: -Analizar quienes son los bancos que colocaron deuda para ir construyendo un censo de acreedores. Luego quienes son los funcionarios que actuaron en este proceso de endeudamiento y que relación tenían con esos bancos y, luego, quienes son los que fugaron. Las coincidencias permiten generar causas penales, identificar responsabilidades políticas y en algunos casos anular endeudamiento y en otros saber quién lo tiene que pagar. El FMI no violó cualquier norma sino la que dice que no puede prestar a un país en situación de fuga de capitales. Entraron 44 mil millones y se fueron 37 mil. En 2019 habrá un saldo comercial positivo de U$S 13 mil millones. ¿Dónde están? Una parte afuera por los propios exportadores y la otra financió la timba. No es que no tenías dólares para afrontar la situación, lo que hicieron fue dilapidar los fondos del ajuste brutal que hicieron hacer a la sociedad.
T: -¿Y el próximo gobierno? ¿Hay salida con el FMI?
L: -No, no hay salida con el FMI.
T: -Si quiere ser exitoso, ¿tiene que romper con el Fondo?
L: -Tiene que bajar los vencimientos, minimizar los pagos y tener autonomía en la política económica. Los pagos como están planteados de acá a 2023 son inafrontables. Si pone sobre la mesa las irregularidades del acuerdo y demuestra la corresponsabilidad tiene que tener posibilidad de recuperar la autonomía. Recibe una economía paralizada que opera con la mitad de la capacidad instalada, puede duplicar el producto sin inversión. Y tiene un saldo comercial en divisas que es brutal. Existen todas las condiciones para, produciendo un shock de ingresos y recomponiendo el mercado interno y con algún grado de regulación para que la reanimación no chupe todas las divisas, duplicar el PBI. Eso requiere un replanteo de la propia deuda porque es la principal partida del gasto público, el 30% del presupuesto. La deuda disputa los pesos para recomponer ingresos y las divisas para financiar la recuperación. Con el Fondo no se sale, se sale haciendo que asuma su responsabilidad y te deel margen de acción que necesitas.
T: -¿Y quién arbitra ese acuerdo? ¿Una renegociación no es una forma de salida con el Fondo?
L: -Las Naciones Unidas que es el mandante. Que se hagan cargo. La Argentina no puede hacerse cargo de un dinero que se fugó porque ellos lo permitieron. Que no nos pidan que mantengamos una agenda de política económica que fracasó. Quieren reforma laboral, previsional, tributaria y del BCRA. Eso no va, que las Naciones Unidas hagan una auditoría del acuerdo.
T: -¿Pero esa negociación no la haría el gobierno ahora?
L: -Una cesación de pagos en un contexto de debilidad política y en ausencia de regulaciones es para perder. Tuvo como objetivo escarmentar al pueblo y hacer responsable a Alberto Fernández de la crisis para entramparlo y condicionar el futuro. Guillermo Calvo dijo que no está mal que triunfe el populismo porque tiene espalda para llevar adelante el ajuste. Que Alberto Fernández debería hacerse cargo de la reforma laboral y la reforma previsional….
T: -¿Y qué va a hacer?
L: -Al menos hasta acá viene diciendo otra cosa. Espero que camine en esa dirección porque sino sería frustrar la expectativa de la población. El pueblo argentino le puso una vara muy alta al próximo gobierno y con ese marco se va a discutir el problema de la deuda.
T: -¿Creés que Alberto Fernández actuó para que se vaya el dólar a $60 y se drene la crisis lo más posible antes de diciembre?
L: -El régimen de política económica iba hacia ahí con independencia del proceso electoral. La lógica del BCRA llevó a eso. Las Leliq iban a eso, el carry-trade presiona sobre el tipo de cambio. Una montaña de Leliq a tasas astronómicas solo se resuelve licuándolas y para eso el BCRA necesita una devaluación. Al mismo tiempo va retrasando el tipo cambio en términos relativos y los exportadores no liquidan. Vas siempre a un nuevo salto cambiario. Ahora puede haber otro salto después de octubre si no existen nuevas regulaciones.
T: -¿Hay riesgo de hiperinflación si se desarman las Leliq masivamente?
L: -Solo podría pasar si hay corrida bancaria.
T: -¿Hay riesgo de corrida bancaria?
L: -Todavía no pero hay posibilidad. Si está regulado el tipo de cambio no hay riesgo de hiper. Ahora hay control de cambios y la limitación a la salida de capitales. Este esquema, como no se sostiene en el poder político del gobierno porque no lo tiene, se sostiene en el aval que le da el Fondo a estas políticas y a los exportadores. Y uno depende del otro. Si el Fondo da una señal de respaldo ya sea por el desembolso u otro mecanismo los exportadores van a liquidar. Si no, no van a liquidar y se va todo al demonio.
T: -Pero persistiendo el contado con liqui, ¿hay control efectivo para la salida? ¿Es posible regular esa operatoria?
L: -El único modo para regularlo es que el Estado sea el dueño de las divisas. Si los dólares estuvieran en el BCRA es otra historia sino es imposible arbitrarlo. En un país bimonetario donde hay que encarar el proceso de reconversión productiva y reconstruir un signo monetario para que se pueda ahorrar en pesos es fundamental tener control en la oferta de divisas. Es un punto clave de la discusión porque implica discutir el comercio exterior y la supervisión extrema del sistema financiero que es la palanca de la fuga.
T: -¿Qué pronóstico de acá a fin de año? Hoy celebraban cuatro días de estabilidad financiera, pero faltan cien. ¿Llega el gobierno a diciembre?
L: -No está fácil que le den el desembolso porque implica una nueva violaciónde todas las reglas. Más allá de que ha cumplido con la política monetaria y fiscal, la declaración de default y la puesta en marcha del control de cambios va a contramano de todo el acuerdo.
T: -Además en agosto no cumplieron con la meta monetaria…
L: -El gobierno dice que deberían porque cumplieron a julio, pero entra en evaluación la insustentabilidad de la deuda. No deberían pero la historia reciente indica que Argentina recibió este acuerdo vía la violación de los estatutos.
T: -Pero porque el Fondo estaba apuntalando una candidatura que ya no camina.
L: -Trump estaba apuntalando esa candidatura, la duda es si sigue apuntalando para que se vaya del mejor modo o si considera que debe incendiar la transición para condicionar al próximo gobierno.
T: -¿Los U$S 5.600 millones se los estarían dando a Macri o a Fernández?
L: -A Macri, para que termine de la mejor manera.
T: -¿A Alberto, qué le conviene?
L: -Que se los den. Desde el punto de vista de la corresponsabilidad del Fondo con toda esta situación sería muy complicado que el Fondo se corra. Acá tienen puesta más del 60% de su cartera. En ese contexto dejar que Argentina se caiga sería un fracaso del organismo muy fuerte.
T: -El kirchnerismo dice que desendeudó pero en realidad convirtió deuda externa en deuda intra sector público. ¿Desendeudó?
L: -Lo que hizo el kirchernismo fue pagar sin revisar y, entre otras cosas, fue avalar lo que el Fondo hizo al final de la convertibilidad que también había violado su estatuto. Puso los U$S 10 mil millones sobre la mesa. Hoy está más complicado porque son U$S 57 mil millones. Hubo un manejo distinto de la deuda que le dio más grados de libertad pero complicó más cosas porque uso fondos del BCRA y del sistema previsional que se expresaron en el descontrol de la coyuntura económica del último tiempo. No es que fue virtuoso. Tampoco resolvió la legitimidad de los acreedores por eso terminó con (el juez estadounidense) Griesa. Los bonos que canjeó los puso en jurisdicción extranjera. No resolvió el problema. La posición nuestra se aparta tanto de la idea de pagar sin revisar como la de decir “no pago porque no pago”. El tema es aplicar a rajatablas lo que te permite la ley.
T: -Denunciás que la comisión que armó CFK fue una cortina de humo.
L: -La ley de pago soberano que armaron para negociar con Griesa tenía que pasar por el Congreso y tenía el problema de que pedía declarar de orden público los canjes que estaban enjuiciados, entre otros por nosotros. Nadie quería votar eso. Necesitaron negociar parajuntar los votos y se abrió una negociación que incorporó un artículo que creaba la comisión bicameral. Luego la fueron vaciando tanto el kirchnerismo como el entonces opositor PRO. Querían que solo discutiera el juicio con Griesa pero nosotros queríamos que fuera todo el proceso de endeudamiento. Cuando Scioli recomendó un acuerdo con los buitres perdió sentido la comisión. Un boicot directo. Pero compilamos toda la información que ahora es, en gran parte, este libro.
T: -Pero Unidad Popular llamó ahora a votar a Alberto Fernández.
L: -Somos uno de los 13 partidos nacionales que integran el Frente de Todos. Fue el Frente que pudimos construir para terminar con Macri. Es el punto de partida para discutir de otra manera la Argentina. Somos conscientes que dentro del Frente hay distintas posiciones y aspiramos a que haya un debate sensato y democrático sobre lo que hay que hacer.
T: -Llamaste a votar al FIT en 2017. Es un giro, siempre fueron opositores a los k. El libro es una denuncia también al kirchnerismo, dice que fueron pagadores seriales. ¿Qué lo justifica?
L: -Votamos al FIT en diputados. Hay una prioridad de terminar con Macri para abrir una discusión distinta. El FMI y el gobierno se han corrido de la idea de entramparlo, condicionarlo y transformarlo en un apéndice del poder vigente.
T: -¿Te genera ilusión o escepticismo un hipotético gobierno de Alberto Fernández?
L: -Me genera tener en claro que hay que discutir una Argentina distinta y ese debate se puede dar dentro del Frente de Todos.
–En su libro, que presentó en mayo, pronostica el inminente default de la economía. ¿La Argentina está efectivamente en cesación de pagos?
–Está en cesación de pagos encubierta desde comienzos de 2018. El FMI garantizó los pagos para que Macri llegara a las elecciones. Dos años después de haber asumido, la política de Macri y de «el mejor equipo de los últimos 50 años», con la lógica de la apertura y la desregulación con endeudamiento, llevó al default.
–¿El gobierno falló en el pronóstico del contexto internacional o generó adrede esta situación?
–Creía que el escenario mundial garantizaba un financiamiento permanente. Pero ese escenario no existió nunca desde que asumieron. A los problemas normales que tiene una política de esta naturaleza se le agregó una absoluta contradicción con el escenario mundial. Miraron un mundo que no existía y Macri creyó que por el simple hecho de ser quien era generaría una confianza que garantizaría financiamiento. No sólo incrementaron el endeudamiento del Tesoro. Lo dolarizaron y acortaron los vencimientos. La política del Banco Central fue comprar reservas con deuda de corto plazo a tasas de interés monumentales en un contexto de libre movilidad de capitales. Esa combinación, ante cualquier modificación del escenario, genera un cimbronazo.
–Las Lebac ya existían en la gestión de Néstor Kirchner, durante Cristina ya estaban perfilados a cerrar con el Club de París y con los fondos buitre. El carry trade no lo inventa Macri. Es contrafáctico pero, ¿el kirchnerismo iba en este camino?
–Hay un problema de endeudamiento que es histórico. La denuncia del libro es que la democracia no pudo afrontar en profundidad la herencia de la experiencia dictatorial. La experiencia kirchnerista tuvo un tipo de resolución diferente pero respetando cierta matriz que viene reglando la lógica del mercado mundial. Nunca se discutió la capacidad de repago de la deuda, que no nace por el déficit de las cuentas públicas sino de un conjunto de capitales privados que, en el marco del proceso de globalización financiera, pueden articular la toma de deuda colocándola a tasas más significativas en el sistema financiero local con un dólar controlado por la tablita de Martínez de Hoz y, consecuentemente, realizar una renta extraordinaria para luego salir fugando capitales. Esa lógica es la que da comienzo al proceso de endeudamiento que luego, cuando se rompe con Cavallo, el Estado asume. Esa deuda ilegítima y espuria, porque fue tomada en la etapa dictatorial y era privada transferida al Estado, genera que el Estado la afronte tomando nueva deuda y abre un ciclo de endeudamiento perpetuo del cual nunca se ha salido. Más allá de ese rolleo, se genera el problema del condicionamiento de toda la orientación productiva porque, sin resolver este problema, se está obligado a un mecanismo de generación de divisas exagerado e inmediato.
–¿Cómo se sale de este ciclo?
–Con un tipo de regulación pública distinta, que es lo que la experiencia democrática no ha discutido.
–¿A dónde tiene que apuntar esa regulación?
–A replantear el fenómeno del endeudamiento. En segundo lugar, a la necesidad de un control en la oferta de divisas generada en la renta agraria, minera e hidrocarburífica. Hay que controlar la oferta de divisas y limitar la salida de capitales. Tener una regulación diferente sobre el capital extranjero y orientar con las herramientas del Estado el excedente de inversión.
–El kirchnerismo diría que ellos intentaron aplicar retenciones móviles y le desestabilizaron el país. El tema de la relación de fuerzas…
–La relación de fuerzas es un problema de estrategia política. El kirchnerismo evitó integrar a las organizaciones populares a un proceso de construcción política. Ese fue el problema.
–El título del libro sugiere que no hay que pagar la deuda.
–La consigna de que las deudas se pagan es una consigna correcta, pero las estafas no. Eso dice el libro. Lo que discrimina una deuda de una estafa es una investigación. En la Argentina nunca hubo una. El libro es una denuncia política que dice que el Parlamento debe hacerse cargo.
–¿Qué implica investigar?
–Analizar cuáles son los bancos que colocaron deuda para ir construyendo un censo de acreedores. Luego, quiénes son los funcionarios que actuaron en este proceso de endeudamiento y qué relación tenían con esos bancos y, luego, quiénes son los que fugaron. Las coincidencias permiten generar causas penales, identificar responsabilidades políticas y en algunos casos anular endeudamiento y en otros saber quién lo tiene que pagar.
–Si quiere ser exitoso, ¿el próximo gobierno tiene que romper con el Fondo?
–Tiene que bajar los vencimientos, minimizar los pagos y tener autonomía en la política económica.
–¿Pero esa negociación no la haría el gobierno ahora?
–Una cesación de pagos en un contexto de debilidad política y en ausencia de regulaciones es para perder. Tuvo como objetivo escarmentar al pueblo y hacer responsable a Alberto Fernández de la crisis para entramparlo y condicionar el futuro. Guillermo Calvo dijo que no está mal que triunfe el populismo porque tiene espalda para llevar adelante el ajuste. Que Alberto Fernández debería hacerse cargo de la reforma laboral y la reforma previsional.
–¿Y qué va a hacer?
–Al menos hasta acá viene diciendo otra cosa. Espero que camine en esa dirección porque si no, sería frustrar la expectativa de la población. El pueblo argentino le puso una vara muy alta al próximo gobierno y con ese marco se va a discutir el problema de la deuda.
–Usted denuncia que la comisión de investigación de la deuda que armó Cristina fue una cortina de humo.
–La Ley de Pago Soberano que armaron para negociar con el juez Griesa tenía que pasar por el Congreso y tenía el problema de que pedía declarar de orden público los canjes que estaban enjuiciados, entre otros, por nosotros. Nadie quería votar eso. Necesitaron negociar para juntar los votos y allí se incorporó un artículo que creaba la comisión bicameral. Luego la fueron vaciando tanto el kirchnerismo como el entonces opositor PRO. Cuando Scioli recomendó un acuerdo con los buitres perdió sentido la comisión. Un boicot directo. Pero compilamos toda la información que ahora es, en gran parte, este libro.
–Pero Unidad Popular llamó ahora a votar a Alberto Fernández.
–Somos uno de los 13 partidos nacionales que integran el Frente de Todos. Fue el Frente que pudimos construir para terminar con Macri. Es el punto de partida para discutir de otra manera la Argentina.
–¿Qué le genera un gobierno de Alberto Fernández?
–Me genera tener en claro que hay que discutir una Argentina distinta y ese debate se puede dar dentro del Frente de Todos. «