En diálogo con Tiempo, Matías Friedrik, abogado que representa a la empresa AGR-Clarín en el conflicto que mantiene con sus trabajadores que ocupan la fábrica hace 50 días luego del anuncio del cierre y el despido de 380 operarios, confirmó que hay, al menos, un pedido de desalojo en la justicia pero desmintió que la empresa estuviera reclutando patotas para garantizar la recuperación de la planta. Los delegados convocan a conferencia de prensa con organismos de Derechos Humanos para dar detalles sobre el audio de la polémica.
- Nos llegó la denuncia de los trabajadores de AGR-Clarín acerca de un presunto reclutamiento de patoteros para atacar la ocupación. ¿Qué dicen de eso?
- Me llegó el audio porque me lo mandó la abogada que asesora a los trabajadores. Es un disparate. Que nosotros estemos reclutando gente para hacer eso es un mamarracho. No existe. Nosotros recurrimos a la justicia no a las patotas. Hay denuncias penales y civiles por daños y perjuicios contra los ex trabajadores que están ocupando. Hay denuncias penales por la usurpación de la planta y ellos nos iniciaron juicios pidiendo el pago de la quincena. Prosperó un embargo que nosotros apelamos y está en la cámara.
- Ese embargo deberían cumplirlo.
– Es un embargo preventivo pero no ejecutivo. Nosotros acompañamos los recibos de haberes diciendo que la plata está y que si no la cobran es porque no quieren porque están rechazando los despidos.
- Los rechazan porque es un despido masivo y exigen que haya un preventivo de crisis…
- El procedimiento preventivo de crisis no es aplicable para este caso. La empresa no recurrió a ese procedimiento porque no queremos pagar la mitad. Estamos pagando el 120%.
–¿Porqué cierran entonces?
-Porque la empresa da pérdida.
– Volviendo a lo anterior. ¿Ustedes tiene un pedido de desalojo de la empresa?
– Sí, varios. Hay dos causas penales que se están sustanciando.
– ¿Con pedido de desalojo de la planta?
– Sí, obvio.
– ¿En qué juzgado?
– No tengo la menor idea porque no es un tema mío. Yo me dedico a las cuestiones laborales de todo el grupo Clarín. Esto excede el derecho del trabajo porque es un delito. Son ex trabajadores que están ocupando una planta de manera ilegal.
-¿Qué departamento legal lleva eso?
-Estudios jurídicos externos que llevan los asuntos penales.
-¿Desmienten que la empresa Clarín tenga vínculo con ese audio que está circulando?
– No tiene ningún sentido. Para eso lo hubiéramos hecho desde el primer día. En mi opinión es una operación para victimizarse. La planta está cerrada, no hay apuro en la desocupación. Tarde o temprano se van a dar cuenta que lo que hacen no los conduce a ningún lado. Hicieron lo mismo con Donelley y mirá como esta Madygraf, fundida. Se dedican a fundir empresas.
-Están defendiendo sus puestos de trabajo .
– El puesto de trabajo se defiende trabajando. Si cuando discutís con tu mujer empezás a romper las ventanas y la vajilla, no creo que estés defendiendo ni tu matrimonio ni tu casa.
– Yo mismo estuve recorriendo la planta con los trabajadores y me consta que no rompieron nada
– No. No digo ahora. Hace cuatro años que vengo negociando con ellos.
-Tengo entendido que vienen llegando a buenas negociaciones y bastante armónicas.
-Perdiendo plata.
-La empresa
-Sí, claro.
-Pero si la empresa accede en una negociación libre a otorgar determinadas reivindicaciones, los trabajadores obviamente que van a querer seguir mejorando su situación
-A veces no te queda más remedio porque, si no, te paran la planta y perdés plata. Llega un momento que estás dispuesto a perder menos en vistas de que la situación cambie pero la situación empeora. Llega un momento que se hace insostenible y la tenés que cerrar. Les planteamos retiros voluntarios, no quisieron, a una cuadra de ahí se crearon 100 puestos de trabajo que se los ofrecimos .
– Pero en condiciones laborales distintas
-Una cosa son los salarios y otras la condiciones laborales. No dejaron a la gente elegir. Podían ir a trabajar a otra empresa que es un correo privado manteniendo el salario y el trabajo. Lo importante es conservarle el trabajo a la gente. Pero dijeron que no.
– ¿Entonces las concesiones que otorgó la empresa fueron un error de la patronal?
– No fue un error. Fue lo posible y lo razonable que se entendió en ese momento. Lo que no quiere decir que no haya sido lo que generó el cierre de la empresa.
– ¿Fue un error de cálculo y ahora en el contexto político evaluaron que era un buen momento para cerrar? La empresa sigue imprimiendo los mismos productos
– La empresa imprime para otros. Tenemos compromisos comerciales que tenemos que cumplir. Ya ni el matrimonio es eterno en la Argentina. Así como el matrimonio se extingue por el divorcio, le guste o no a alguno de los contrayentes, acá el contrato se extinguió por el despido. Estamos pagando el 120%, no hay mucho más para discutir. Hay veces que la gente se encapricha y no está dispuesta.
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