“Para poder bajar la pobreza en diez puntos porcentuales, hace falta por lo menos seis años de crecimiento sostenido al 3 por ciento anual”. La estimación se desprende de un estudio sobre pobreza por ingresos, realizado por el Centro de Estudios Distributivos (CEDLAS), de la Universidad de La Plata, y presentado en el XXXIII Seminario de Presupuesto Público, organizado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Leonardo Gasparini, director de CEDLAS, explicó en la presentación que el 32% actual de pobreza “es alto”, pero no es comparable con las últimas dos grandes crisis económicas que sufrió el país: la hiperinflación de 1989 y el estallido de 2001. Con los métodos que hoy utiliza el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) para medir la pobreza, la misma hubiera alcanzado el 58%, en el 89, y el 66%, en el 01. Sin embargo, destacó el alarmante número del último año: “En comparación con el segundo semestre del año pasado, que era de 25,7, aumentó 6,3 puntos. Ahora, si eso lo desgranamos por trimestres, el aumento en un año es de casi 9 puntos”, sostuvo el especialista.
“Hay un dato preocupante, que es la confirmación de un diagnóstico estructural de pobreza, que es similar a los que se ven desde hace 40 años, y que no se puede bajar del 20 por ciento”, alertó Gasparini. El estudio sostiene que este proceso se muestra a contramano del resto del Latinoamérica, donde se observa una caída de 71,8% a 55,3%, desde los 80 a la actualidad.
A la hora de indagar en posibles soluciones, el estudio sostiene que “el crecimiento económico es más efectivo para reducir la pobreza que la redistribución de la riqueza”. Para ello, compararon el crecimiento del PBI per cápita nacional con el resto de la región. En Argentina, el PBI creció 0,7 puntos por año desde 1974 a la actualidad. En el resto de la región, el promedio fue de 52%. Si el crecimiento hubiese estado en esa línea, “la pobreza debería rondar el 14%”. En el mismo sentido, se destacó el caso chileno, cuyo PBI creció un 135%. Con ese valor, la pobreza en Argentina rondaría el 6%.
Con la hipótesis de que el crecimiento del PBI es indirectamente proporcional al de la pobreza, el estudio realizó un análisis de perspectivas que arrojó el siguiente resultado: “bajar 10 puntos porcentuales requeriría un escenario de crecimiento al 3% anual durante los próximos 6 años”. En tanto, ubicar la pobreza por debajo de los dos dígitos demandaría “por lo menos, 20 años de constancia”.
Finalmente, Gasparini habló sobre el rol del Estado: “Hay un menú de políticas amplio: transferencia monetaria, educación y salud públicas gratuitas, programas de vivienda, articulación al trabajo. Es decir, que el problema no es la escasez de recursos, sino que falta que la economía crezca”, culminó.