Los precios de la carne corrían por detrás de la inflación pero esta semana se subieron al tren con aumentos que, según las carnicerías, van desde los $ 450 hasta los $ 500 por kilo.
Los analistas de la cadena de valor cárnica, en la que se construyen los precios que después se exhiben en las carnicerías minoristas, explicaron el brusco cimbronazo de los precios como consecuencia de las medidas que tomó la semana pasada el ministro de Economía, Sergio Massa, en medio de la crisis cambiaria que afecta la economía nacional; en particular, al lanzamiento de un dólar a un valor diferenciado de $ 340 para las exportaciones de maíz.
Después del anuncio de esa medida, el lunes 24 de julio, empezó a rodar la bola de nieve. En especial se destacó el impacto en el precio del novillo, que el viernes 28 de julio saltó por encima del 20%.
Desde la perspectiva de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), la medida cambiaria golpeó directamente a la formación de precios y el traslado a los mostradores de las carnicerías fue inmediato y contundente.
La cámara señaló que el dólar a $ 340 «disparó los precios del ganado de consumo liviano en los mercados con un aumento del 22%» que hizo que los precios máximos corrientes pasaran desde $ 550 hasta $ 670 el kilo vivo, lo que se tradujo en un salto de entre $ 450 y $ 500 en el kilo de la carne. Una variación que, según el análisis del presidente de la entidad, Miguel Schiaritti, «no puede ser absorbida por la cadena que, desde febrero a la fecha, absorbió los aumentos de combustible, salarios, energía» entre otros.
En su último informe mensual, Ciccra argumentó que el precio del ganado en pie transitó los últimos seis meses sin aumentos debido a la sequía, que obligó a los productores a alimentar el ganado con cereal en lugar de pasto. El cambio de sistema habría acelerado los tiempos de engorde y produjo una sobreoferta que se combinó con la pérdida de poder adquisitivo de los salarios e impidió el aumento del precio del producto que esperaban las empresas.
En ese cuadro, la medida de la cartera económica «se convirtió en un castigo para los consumidores de cinco productos básicos de la canasta familiar», en referencia a la carnes vacuna, aviar y porcina, y a la leche y los huevos.
Futuro con más subas
Pero a la par de los que hacen una correlación directa entre el decreto de Massa y los precios minoristas, coexisten otros que concuerdan con esa mirada pero no creen que el mercado responda automáticamente con traslados de esos costos a los precios. De este lado están los productores, que remarcan que el precio viene de un atraso de varios meses, sugiriendo que al recalentamiento todavía le faltan varios estadíos.
En julio, los precios de los alimentos volvieron levantar temperatura después de dos registros de aumentos moderados en mayo y junio. Los productos que más aumentos presentaron, según los informes privados que anticipan la medición del Indec, fueron algunos tipos de hortalizas y otros artículos de consumo masivo, de almacén, o de limpieza y tocador.
La carne no figuró entre los que más ajustaron sus precios en el séptimo mes del año. Los operadores del mercado comenzaron a protestar por el «retraso» de la carne y algunos estimaron ese diferencial en el orden del 50%.
En tanto, durante agosto, los consumidores ya asistieron a los primeros aumentos en mostradores. El Informe de Avance del Indice de Inflación que elabora la consultora LCG indicó que en la primera semana de este mes las carnes volvieron a aumentar por encima del promedio de la inflación después de nueve semanas «explicando el 40% de la variación total» de la semana.
Según la fuente, los precios del producto en sus diferentes variantes aumentaron 1,3% sólo en el inicio del mes, por encima de los aceites (1,2%) y por debajo de lácteos y huevos (2%), frutas (2,9%), y comidas listas para llevar (3,2%).
En términos de incidencia, la carne lideró con el 0,40% en el período señalado. En el último mes, el rubro de mayor incidencia fue panificados y bebidas, con 3,5 puntos porcentuales, pero la escalada reciente provocó que las carnes salieran en la foto final aportando 0,8 puntos porcentuales.
LCG advirtió que aun con el fuerte aumento semanal el precio cárnico sigue retrasado comparado con el resto del Índice de Precios al Consumidor y planteó que esa diferencia «presumiblemente será corregida en el corto plazo». «