Desde el 1 de enero, los monotributistas podrán facturar hasta un 50% más que en la actualidad sin pasarse de categoría. Esa es la buena noticia. La mala es que la suba en los topes de facturación irá acompañada de una suba similar en el tributo mensual que paga el monotributista.
El cambio surge por la aplicación de la ley 27.346, que establece que las distintas variables del esquema del monotributo se actualizan una vez por año en un porcentaje equivalente al aumento acumulado en el período anual previo por los haberes jubilatorios del sistema nacional.
Por la actualización que se aplicará, la categoría «A» admitirá el año próximo a quienes facturen no más de $ 208.711 en doce meses, mientras que para las categorías «B» y «C» las cifras serán de $ 313.067 y de $ 417.423, respectivamente.
En tanto, el aporte mensual total en la categoría «A», la más baja, subirá a $ 1955,40, y en la «B» será de $ 2186,50. En tanto, en la «C» el importe del componente impositivo comienza a diferenciarse. Para la actividad comercial, el total a pagar cada mes de 2020 será de casi $ 2500; en el caso de los servicios, subirá hasta 2457 pesos.
Además, en enero se abre el período para la recategorización. En ese mes, los monotributistas deberán evaluar su actividad de los últimos 12 meses (facturación, gastos en locales y demás).
“Si hubo cambios en alguno de estos aspectos, tenés que ingresar con tu clave fiscal para recategorizarte informando los nuevos datos, de manera que el sistema te indique en qué categoría deberías estar”, indica la Afip en su página web. El otro mes para efectuar la recategorización es julio.