A poco de tomar la palabra en la Conferencia Industrial, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, sintió la garganta reseca, echó mano a la copa de cristal repleta de agua fresca y antes de beber, preguntó al auditorio: ¿Esta agua no está envenenada, no?. El comentario, al que sucedió un escueto je del titular de la cartera productiva, cosechó un segundo inicial de confusión y luego algunas risas perdidas en el amplio salón del complejo de convenciones. Tras la salida jocosa, el funcionario detalló las medidas del gobierno de Mauricio Macri en materia productiva.
A contramano de algunos de los presentes, como el empresarios salteño, José Urtubey, que expresó que no veo una política industrial, Cabrera defendió las decisiones sectoriales y defendió el camino gradual que este fin de semana cuestionaron otros industriales en la antesala del acto. Curiosamente nervioso, el ministro salió al cruce de otra crítica que recibió el gobierno desde sectores del empresariado en los últimos días cuando expresó que no queremos ser Australia sino Argentina con una economía en la que todos los sectores son viables.
En ese orden anunció medidas para prorrogar el Régimen de Bienes de Capital; el aumento de los Reintegros a la Exportación de todos los sectores (devolver los impuesto internos a quienes se esfuerzan por colocar los productos argentinos en el exterior). También planteó cambios en la Ley de Mercado de Capitales para beneficiar a las pymes y en el sistema de ART que tanto afecta la competitividad. Por último destacó la extensión del Plan Ahora 12 a la nueva versión Ahora 18.