La candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, presentó su programa económico en un almuerzo organizado por el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp) en el mediodía de este miércoles. Prometió que, en caso de ganar las elecciones presidenciales, avanzará con una serie de reformas orientadas a incentivar la actividad privada.
En el discurso, la candidata apuntó los cañones contra sus competidores en la carrera electoral, pero hizo especial hincapié en Javier Milei, de La Libertad Avanza (LLA), el candidato que salió mejor perfilado de las PASO. En alusión a la propuesta de ese aspirante, Bullrich remarcó: “Es evidente que de la situación actual no se sale con soluciones mágicas”.
En tanto, asoció al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, con el intervencionismo estatal que, desde su argumentación, afecta el normal desarrollo de los negocios.
Si bien disparó contra las dos fórmulas competidoras, el esfuerzo estuvo puesto en remarcar el contraste con Milei y su propuesta.
La candidata de JxC apeló a la confianza de los empresarios cuando declaró que su agrupación política “logró aprender de su gobierno anterior”, en relación con el mandato de Mauricio Macri, y prometió ejecutar las mencionadas reformas durante sus cuatro años de gobierno.
Para acentuar la diferencia con Milei, expresó que esos cambios “se hacen con un equipo económico, de seguridad, de educación. Un gran equipo que pueda desarrollarlos a lo largo y ancho del país, para que los argentinos puedan volver a tener los bienes esenciales y una economía ordenada, que permita planificar, invertir y pensar a largo plazo”.
La candidata remarcó la crítica contra la propuesta de La Libertad Avanza en un ambiente que se entusiasma con las promesas de ese espacio pero que no termina de aceptar determinadas características de Milei, que le generan inseguridad a futuro, como la falta de una estructura federal que sirva de punto de apoyo para un eventual gobierno.
“Nosotros no somos aventureros, somos personas con los pies en la tierra”, insistió Bullrich, y agregó incluyendo en el espectro de su crítica al candidato del oficialismo: “Hay un modelo de poder, una lógica de apropiación del Estado que hace que todo lo que produce Argentina caiga en una burocracia que se come toda la producción”.
En ese sentido, se propuso como “un cambio de verdad, de raíz, que tiene claro que la construcción de la Argentina no se hará destruyéndola sino construyendo sobre lo que tenemos” en referencia a lo que deja el gobierno actual, pero “sacando las trabas que impiden que la Argentina crezca y viva en un orden democrático de convivencia social”.
Bullrich arribó cerca de las 13 junto a su marido, Guillermo Yanco, vicepresidente del Museo del Holocausto; su eventual ministro de Economía, Carlos Melconian, y al exministro de Producción y Trabajo macrista Dante Sica.
Fue recibida por el presidente del Cicyp, Marco Pereda, e integrantes de su cúpula como el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), Adelmo Gabbi; el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss; el titular de la Corporación América, Eduardo Eurnekian, y el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja.
Entre las más de 250 personas que la escucharon estuvieron también los empresarios Mario Grinman, Alejandro Bulgheroni, Juan Carlos Gundín, Eduardo Macchiavello, Alfredo Gusmán, Martín Cabrales, Javier Bolzico, Nicolás Pino, Julio Machi, Miguel Ángel Rodríguez y Adrián Werthein.