La permanencia de Miguel Braun al frente de la Secretaría de Comercio tiende un manto de dudas sobre la gestión del economista Dante Sica, que asumirá este jueves al frente del Ministerio de la Producción en reemplazo de Francisco Cabrera.
La mayoría de los industriales destaca la llegada del director de la consultora ABECEB al ministerio nacional pero ve en la ratificación del secretario de Comercio una contradicción que puede atentar contra una de sus principales demandas: una administración del comercio exterior que asegure protección para la industria local en el mercado interno.
Un alto dirigente de un sector de mano de obra intensiva señaló a Tiempo: “No sabemos cuáles serán sus grados de libertad para poder cambiar una política económica que hasta ahora no fue amigable con el desarrollo industrial y la generación de valor agregado local. Sica forma parte de un equipo que tiene otras aristas. En lo personal me consta que es muy capaz, la clave será ver si le dan un auto que pueda doblar o no”.
A la par, un dirigente autopartista, segmento en el que predominan las pymes, concluyó en que la salida de Cabrera “no sirve para nada si convive con la permanencia de Braun”, el funcionario al que apuntan como garante número uno del régimen de importaciones vigente desde la asunción de Macri.
Pero además de Braun, otro que seguirá rondando será el propio Francisco Cabrera. Aunque deja Producción denostado por la mayoría de los industriales, el ex ministro sigue siendo un hombre de confianza del presidente, que lo va a mantener como asesor en un despacho de la Casa Rosada.
Con Braun en Comercio y con Cabrera cerca del presidente, la percepción de que el nombramiento de Sica es apenas una estrategia para aquietar a las fieras del sector privado gana consenso entre los analistas y en los pasillos de las cámaras empresariales.
Un dirigente del interior lo definió con una sola frase: “Queda en una cuestión de maquillaje. Gatopardismo en Producción y los lobos en el Banco Central”.
La cercanía automotriz
En general, los industriales coinciden en destacar las virtudes del nuevo ministro, su conocimiento de los sectores productivos y de las pequeñas y medianas empresas pero al mismo tiempo confiesan que las expectativas con el futuro de su gestión son prácticamente nulas.
Excepto los empresarios vinculados directa o indirectamente a la industria automotriz. Estos últimos son de los pocos que aplaudieron la designación de Sica y destacaron sus posibilidades al frente de la cartera nacional.
Ese apoyo se explica por dos razones. La primera es que la industria y el mercado automotrices son dos de las asignaturas más conocidas por el consultor. Gracias a su llegada al empresariado de ese sector ABECEB se afirmó entre las consultoras más autorizadas de la industria.
La segunda razón es que el propio Sica fue Director Externo de la multinacional PSA, fabricante y comercializadora de Peugeot y Citroen.
Este último dato es para muchos la clave de la designación del economista al frente de Producción. Los consultados asociaron la llegada de Sica con los intereses de la industria automotriz, más precisamente con el objetivo de “que no se toque el déficit que generan las empresas del sector en la balanza comercial”, que a esta altura merodea los U$S 1.000 millones.
Además lo ven como el hombre que puede garantizar el avance de las reformas que el gobierno y las empresas impulsan para el sector en el marco del Plan 1 Millón, que está virtualmente empantanado por la falta de acuerdos laborales y tributarios que le interesan a las compañías y a la administración nacional.
También se espera que el nuevo ministro informe qué pasará con el contrato millonario que firmó ABECEB con el Estado. Este miércoles Infobae.com citó fuentes del gobierno y del entorno de Sica para publicar que el economista “se habría desprendido ayer (por el martes)” de la consultora. Al cierre de esta nota no había confirmaciones al respecto.