Los precios mundiales de las materias primas de alimentos registraron una ligera disminución durante mayo, repitiendo la tendencia de abril, tras el gran aumento generado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, según consigna el indicador de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El índice, que registra los cambios mensuales en las commodities de alimentos más intercambiadas en el mundo promedió 157,4 puntos en mayo, 0,6% menos que en abril (acumulando una caída de 1,4% frente a marzo). La comparación interanual ubicó a mayo con un incremento del 22,8%.
La «modesta» merma -según la FAO- se vio motivada por una caída en el valor de los aceites vegetales, del 3,5% en mayo, impactado por «la supresión de la breve prohibición de las exportaciones de aceite de palma en Indonesia» y menor demanda (por los costos) de las importaciones de aceites de soja y colza. En cuanto a cereales, sus valores aumentaron 2,2% (tras la caída de 0,7% en abril) arrastrados por una suba de 5,6% (56,2% anual) en el precio internacional del trigo, que subió tras «la prohibición de las exportaciones anunciada por la India» y la preocupación por la situación de los cultivos en varios de los principales países exportadores.
Otro motivo del alza fueron las «perspectivas de disminución de la producción en Ucrania debido a la guerra». Del mismo modo, subieron de manera generalizada los precios del arroz mientras que los de los cereales secundarios retrocedieron 2,1%. En tanto, el maíz, cayó como respuesta a «la ligera mejora de la situación de los cultivos en Estados Unidos, los suministros estacionales en la Argentina y el comienzo inminente de la cosecha principal de maíz en Brasil».
Por su parte, la FAO estimó un descenso -el primero en cuatro años- del 1,2% en la producción mundial de cereales hasta 2.784 millones de toneladas, 16 millones menos que la producción récord de 2021. La caída está asociada a una merma en el maíz, trigo y arroz, mientras que, por el contrario, se espera un aumento en la producción de cebada y sorgo.
Asimismo se espera una diminución de 2,6% en el comercio mundial (situándose en 463 millones de toneladas), en el comercio mundial de cereales. Otros índices de alimentos, como el del azúcar y los lácteos presentaron disminuciones de 1,1% y 3,5% respectivamente mientras que la carne alcanzó un nuevo máximo histórico al aumentar 0,6%.