La crisis de la industria automotriz se destacó la semana que pasó en el concierto de la caída general de la producción con indicadores de fuerte desaceleración atados a la caída de la demanda desde Brasil, principal destino de las exportaciones argentinas. El efecto más cruel, una vez más, expone al más débil de la película: en los últimos siete días hubo más de 2000 trabajadores suspendidos en las distintas terminales del país.
El secretario general de la regional Córdoba del Sindicato de Mecánicos (Smata), Leonardo Almada, informó que la francesa Renault suspendió a 1300 trabajadores mientras que firma IVECO hizo lo propio con otros 500 empleados, la mitad de su plantilla de personal. Fiat, en tanto, suspendió a 1500 obreros en el predio de la localidad cordobesa de Ferreyra, pese a que el jueves fue noticia por lanzar un nuevo modelo.
La situación también es complicada en Volkswagen, donde rige un acuerdo para la suspensión de 350 trabajadores cada lunes. El panorama, acusó Almada, «está complicado», si bien está previsto que los 1800 trabajadores de Renault e Iveco retomen sus actividades mañana. La situación más difícil, prosiguió el dirigente cordobés, está en Fiat, donde el personal trabaja entre dos y tres días por semana. La ola llegó a Tucumán, donde Scania anunció la suspensión de 360 operarios más, con el 75% de sus haberes.
Las turbulencias se inscriben en un contexto de caída general de la industria. El martes la Unión Industrial Argentina informó que en mayo la actividad automotriz cayó un 9,6% y acumuló una pérdida del 12,5% en los primeros cinco meses del año. A la par, cabe mencionar la caída de la producción de metales básicos (-13,7%) y del metalmecánico (-11,3%), que abastecen a las terminales automotrices.
Smata atribuye la situación al difícil momento de Brasil. El dirigente sindical y diputado Oscar Romero reconoció días atrás que con las empresas del sector «acordamos suspensiones para mantener los puestos de trabajo» y, en segundo lugar, señaló la situación del mercado interno, donde las ventas cayeron desde el inicio del año.
Otros sectores vinculados a esa actividad, como la industria del neumático, lograron arribar a acuerdos que les permitieron mantener el salario sin descuentos. El titular del gremio del sector (Sutna), Alejandro Crespo, señaló que el panorama «es de crisis pero relativa, de diferentes formas según el tamaño de la empresa y mercado al que apunte». Crespo reconoció la importancia de Brasil pero puso de relieve también la propia recesión argentina: una parte muy importante se destina al mercado local, donde cayó mucho el cambio de neumáticos.
En tanto, Cristiano Rattazzi, titular de Fiat, lamentó en una entrevista para Ámbito Financiero que la situación no cambiará hasta 2017 y, para peor, agregó que «las suspensiones en las plantas argentinas van a seguir hasta fin de año» y que «si no mejora el año próximo la situación va a ser más dura».
El gobierno ha salido a apoyar a las grandes fábricas de autos.El presidente de la Asociación de Fabricantes (Adefa), Enrique Alemañy, destacó la firma del nuevo Acuerdo Automotor con Brasil hasta 2020 porque «brinda la previsibilidad necesaria para planificar el negocio y las inversiones en el mediano plazo».
Los empresarios también festejaron el jueves la aprobación de la Ley Autopartista Nacional, que otorga beneficios fiscales a las terminales automotrices que compren autopartes locales. Según el ministro de Producción, Francisco Cabrera, esa norma «permitirá crear 27 mil nuevos puestos de trabajo». El tiempo dirá.