La canasta de productos básica para que una persona no sea considerada indigente aumentó en abril $2.467 pesos en relación con lo que costaba hace un año, informó un estudio de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). El aumento fue de un 2,7% mensual y de un 24,2% en la acumulación anual.
El informe de la consultora, de estrecho vínculo con el sector, señaló que el precio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) llegó a los $1.818,9 para un adulto y a los $4.438,2 para el llamado Hogar 1, caso hipotético de grupo familiar compuesto por una jefa de 35 años, un hijo de 18 y su madre de 61.
A la par, un grupo familiar compuesto por cuatro miembros, un jefe, su esposa, un hijo y una hija necesitó en el cuarto mes del año de $5.620,5 para no ser considerado indigente. Mientras que en el caso del Hogar 3, compuesto por marido, esposa y tres hijos demandó de $6.111,6 para no caer en la categoría de la indigencia.
En el caso de la Canasta Básica Total (CBT), el informe consignó que una persona adulta requirió en abril de 4.223,2 pesos para no ser pobre, mientras que el Hogar 1 demandó $10.304,7. En el mismo sentido, el Hogar 2 necesitó en el cuarto mes del año de $13.049,8 para no caer en la pobreza y el Hogar 3 requirió $14.190.
En el informe, FIEL explicó que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) «corresponden a las determinadas por INDEC». Y aclaró que la CBA «fue construida en función de los hábitos de consumo de la población considerándose los requerimientos kilo‐calóricos y proteicos imprescindibles para que un hombre adulto de entre 30 y 59 años de actividad moderada (adulto equivalente), cubra durante un mes esas necesidades».
Para determinar la CBT, además de lo indicado en el párrafo anterior, «se consideraron los bienes y servicios no alimentarios».
El jueves de la semana pasada el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) informó que el costo de vida para no ser indigente fue en promedio de $ 2.219,62 para un adulto y de $ 6.858,62 para una familia tipo de cuatro integrantes.
Esos datos explicaron un aumento del 3,4% respecto al mes pasado y de un 29% respecto a abril de 2017 en un contexto en el que se destacaron los aumentos de los productos alimenticios como «la Zanahoria (34%), Papa (+10,5%), Leche (+7,4%) y Quesos (+6,4%) y Aceite de Maíz (+6,2%), anunció la fuente.
Para el CESO, los alimentos aumentaron entre el 1,6% y el 2,5% teniendo en cuenta los alimentos frescos, los alimentos secos y las bebidas.
FIEL hizo una lectura parecida. En una entrevista radiofónica, el economista, Juan Luis Bour, indicó que la medición de abril arrojó un 1,6%, «un aumento importante pero no tanto como los de 2,5% que se vieron en los meses anteriores. Mejoró mucho, el rubro carnes estuvo bastante más tranquilo», aseguró el especialista, quien reconoció que entre abril de este año y el mismo mes del año pasado los alimentos aumentaron en el orden de «casi el 28%, un número que todavía dice que la inflación más fácil de medir a nivel popular está alta todavía».
Ayer, la inflación de los gremios dio 2,4% promedio en el cuarto mes con un pico del 2,9 en el 10% más pobre de los trabajadores asalariados formales.