Todos los ojos estarán este viernes puestos en la audiencia pública por la tarifa del gas, en la Usina del Arte. Casi 400 oradores, entre políticos, organizaciones de defensa al consumidor, empresarios y particulares. Habrá un fuerte operativo de seguridad y movilizaciones de rechazo a la propuesta del Gobierno. Hay expectativas por amenazas de impugnación y quejas de personas que se quedaron afuera. El inicio será el viernes y seguirá al menos hasta el domingo.
El ministro de Energía Juan José Aranguren, el ex ministro de Economía Axel Kicillof, el gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, el carnicero Alberto Samid, el ministro de Energía de Neuquén Alejandro Nicola, el vicepresidente de Estrategia y Desarrollo de Negocio de YPF, Fernando Giliberti, los líderes de las dos CTA Hugo Yasky y Pablo Micheli, los diputados de izquierda Myriam Bregman, Gabriel Solano y Néstor Pitrola, los oficialistas Federico Pinedo y Eduardo Amadeo, varios representantes del PJ Bonaerense, la Unión de Usuarios y Consumidores, la Central de Entidades Empresarias, la Confederación de la Mediana Empresa y la UIA, serán los principales oradores. Aranguren hablará durante 20 minutos. Los 70 que le sigan, hablarán 10 minutos. El resto, 5.
El gobierno propondrá un aumento final que asegura es del 203 por ciento, en promedio. Sin embargo, como explicó Tiempo en la edición del último domingo, la composición de la propuesta hace que sea muy difícil establecer el porcentaje de aumento. La propuesta del Gobierno incluye una baja de subsidios en un 50%, para continuar esa baja entre un 12% y 14% cada seis meses, hasta llegar a 0%. Para 2019, los empresas se llevarán unos 6,78 dólares por millón de BTU (unidad de medida), precio mucho mayor a los 5 dólares del mercado internacional. Es decir, el aumento será gradual, pero elevado al fin.
El titular de YPF Miguel Ángel Gutiérrez explicó: «Un precio en US$ 7 o algo superior a US$ 8 funciona para cubrir costos y tener ganancia. Si le permiten al inversor nuevo un importe de 7 – 7,5 dólares, van a venir muchas inversiones».
Como adelantó Tiempo, uno de los principales conflictos será, justamente, saber cómo llegan las empresas a conformar esos números y por qué el Gobierno confía a libro cerrado o no obliga a las empresas a mostrar el detalle. Sin esos números, muchas organizaciones pedirán la nulidad de la audiencia, ya que aseguran que la Corte Suprema de Justicia exigió que se evalúen.
Además, hay quejas por miles de inscriptos que quedaron afuera. Se anotaron más de 3 mil y fueron aceptados 373. En tanto, las pymes protestarán para ser tenidas en cuenta en esta discusión, ya que el fallo de la CSJ las dejó afuera y son el sector que más sufrirá las subas. Estos sectores serán parte de la enorme movilización que se hará hacia las inmediaciones de la Usina del Arte. Del otro lado, el Gobierno estará también bajo la lupa de empresarios extranjeros, que observarán atentos cómo se resuelve esta cuestión. Así las cosas, se espera un viernes caliente adentro y a los alrededores de la Usina del Arte.