Ariel Guarco es el presidente de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Aspira a la reelección en junio próximo. Los últimos años de su gestión estuvieron atravesados por la pandemia del coronavirus y ahora también por la guerra en Ucrania.
‑¿Cómo define el momento en el que se encuentra el cooperativismo internacional?
‑ Los dos primeros años de gestión visité casi 70 países y 200 miembros. En los últimos dos, todas las comunicaciones fueron online. Poco territorio, que es lo que caracteriza a nuestra gestión. Siempre decimos que la ACI integra al universo porque integra al cooperativismo de los cinco continentes, con culturas, políticas, economías y sociedades diferentes. Esa diversidad es la que le da riqueza a la ACI. En este contexto, pasa a haber una desconexión importante.
-¿Recibieron presiones para tomar posturas políticas con respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania?
-Sí, por supuesto. Cuando las emociones están a flor de piel, uno recibe llamados de todo tipo. Pero como organización global, que integra a cooperativistas de todo el mundo y que tiene toda una historia que respetar, nuestro mensaje es: el consenso se logra con el diálogo; la paz se logra entendiendo que la paz no es la mera ausencia de la guerra, sino que genera las condiciones para poder vivir de manera armónica, con menos inequidad y más igualdad. Y este mensaje no está en línea con quienes incluso piden la desasociación de miembros.
-No es una postura liviana, en un contexto donde muchas organizaciones ceden ante los pedidos de condicionar, principalmente, a Rusia y sus empresas.
-Es una postura que, lejos de ser tibia, es fuerte a favor de que se creen los condicionantes previos para evitar el conflicto. La ACI sobrevivió a dos guerras mundiales. La ACI es anterior a las Naciones Unidas y es, de hecho, una de las organizaciones que participa de la creación de las Naciones Unidas y es la primera que obtiene el estatus consultivo sin ser un país. Y siempre ha mantenido la misma política de paz.
-¿Cuáles son los objetivos de la ACI para el corto plazo?
-Estamos trabajando en la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, directamente con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La OIT se creó hace 102 años y la ACI tiene una oficina allí hace 101 años. Tenemos un diálogo excelente y estamos trabajando juntos para favorecer que las tecnologías estén al servicio de las y los trabajadores y no al revés. La pandemia aceleró mucho las cosas en términos de trabajo remoto y las empresas capitalistas exigían a las personas mucho más de lo que pueden dar. Por el solo hecho de estar en su casa, nadie debe trabajar más tiempo de lo que corresponde.
-¿Cómo ve al cooperativismo argentino hoy?
-Lo veo muy maduro, muy inserto en los distintos sectores económicos, dando respuestas. Según el último censo del INAES, hay 18,5 millones de cooperativistas. Y si sumamos a los mutualistas, somos más de 25 millones. Es más de la mitad del país, que está directamente relacionado con una cooperativa o una mutual. Quizá no se nota tanto en Capital, pero al interior de las provincias es muy importante, siendo central en los servicios esenciales.
-Recientemente, las coperativas lanzaron el cuádruple play en telecomunicaciones.
-El cooperativismo es fundamental en materia de conectividad; la hemos llevado a lugares donde no llega ninguna gran empresa porque no les resulta rentable. Para nosotros, sí es rentable socialmente. Que una población de 600 habitantes no tenga Internet en las escuelas o en las bibliotecas o en el hospital para nosotros es inimaginable. Tenemos otra forma de medir las ganancias.
-El cooperativista está en una suerte de limbo, en el cual no se lo toma como un trabajador y tampoco como un empresario. Esto dificulta el acceso al crédito, a una jubilación digna, etc. ¿En qué situación están estos reclamos históricos del sector?
-Creo que esta gestión del INAES, de la que soy parte también, está llevando estos temas con muchísima responsabilidad y criterio. Queremos encontrar la vía para que el trabajador cooperativo tenga acceso a estas cuestiones tan importantes. Se está trabajando con AFIP, con el Ministerio de Trabajo, con Seguridad Social y vamos a ver muy pronto los resultados. Aunque sea de a poco, las nociones de cooperativa permean en los niveles más altos del gobierno. Nunca un presidente ha nombrado tanto la palabra «cooperativa» en sus discursos como Alberto Fernández.
-Muchas veces se habla de cooperativas, pero como mera ambulancia, para momentos de emergencia y no como una opción válida en cualquier momento. ¿Cómo se modifica esa percepción?
-Es un mensaje que trato de contradecir desde hace 25 años. No hay peor cosa que otro explique lo que uno es. Las cooperativas nacen para cambiar realidades. Proponemos un modelo que pone a la economía en manos de la gente y, con eso, construir una realidad mejor.
-Hay elecciones este año en la ACI. ¿Vas por la reelección?
– Hemos decidido que nos presentaremos de nuevo, con el apoyo de todas las asociaciones argentinas. El 10 de marzo, todo el continente americano cooperativo ratificó también el apoyo a mi candidatura. Tendremos que ir por las alianzas en otros continentes y, si todos desean lo mismo, seguiremos por cuatro años más para poner al cooperativismo internacional en el lugar que tiene que estar. «